Nacho Sandoval, ingenierio técnico en Aiju Imprimamos en 3D... ¿pero, con qué tecnología? La constante expansión del sector industrial que engloba la fabricación aditiva no deja de sorprendernos día a día por la cantidad de tecnologías, equipos y aplicaciones emergentes que ofrecen todo tipo de soluciones para la obtención de productos. A las tecnologías más conocidas y extendidas desde hace décadas se van uniendo otras que buscan cubrir nuevos nichos de mercado o soluciones alternativas más accesibles económicamente a nivel profesional o doméstico. Es tal el abanico de oferta que para ir sobre seguro se hace necesario un análisis detallado de lo que ofrece cada una de las soluciones para no escoger la opción equivocada. En los últimos años, el sector de la popularmente llamada impresión 3D ha ganado mucha resonancia gracias al enorme crecimiento de los sistemas abiertos y, esto mismo, ha servido de altavoz para dar mayor excelencia si cabe a las bondades y limitaciones que pueden proporcionarnos cada una de las soluciones existentes. Entre todas ellas es muy probable que haya unas soluciones que encajen mejor que otras respecto a lo que estamos buscando. Por todo ello quizás sea más recomendable centrar el enfoque de selección partiendo del pliego de condiciones que queremos que cumpla nuestro producto para así vislumbrar de un modo más claro aquellas soluciones que puedan ser un acierto. En Aiju contamos con más de 15 años de experiencia en fa- bricación aditiva con diferentes soluciones a las empresas y, salvando algunos proyectos más particulares, de modo general las premisas de los clientes siempre están sujetas a los mismos aspectos, como son: • Coste del prototipo o pieza final • Aspecto o acabado superficial del modelo a obtener • Comportamiento o prestaciones del material a seleccionar • Número de unidades a obtener y en qué plazo Todos estos requisitos nos van a condicionar qué tipo de tecnología o solución va a ser la más indicada para lograr un resultado favorable. A ello lógicamente debemos añadir como principal antecedente cuál va a ser el uso del producto que queremos obtener. En ocasiones el tamaño de pieza dificulta la selección de la tecnología, porque de modo general el aumento de dimensiones viene relacionado con un aumento exponencial del coste de obtención de pieza. Además, aunque el CAD permite obtener piezas por partes y unirlas posteriormente mediante diferentes soluciones, hay ocasiones que al cliente no le interesa esto por cualquier 33