TRIBUNA DE OPINIÓN El “que fabriquen ellos” ya no vale; la industria debe reforzarse, ser competitiva y generar valor. Las empresas deben ser ágiles, flexibles y menos dependientes del exterior Como resultado, la impresión 3D permite la fabrica- ción flexible de objetos, sin necesidad de invertir en moldes o utillajes, sin grandes inversiones iniciales ni grandes instalaciones industriales. Si bien su capacidad productiva todavía no puede competir con tecnologías tradicionales, como la inyección de plástico, permite la democratización de la capacidad productiva. Hay tecnologías de impresión, como la FFF (fused filament fabrication, basada en la deposición de filamento plástico fun- dido) que permite a hospitales fabricar decenas de EPI en apenas 24h, con un coste más que asumible. O incluso individuos particulares pueden tener su impresora 3D en el escritorio de su casa y fabricar piezas que, como hemos visto en los últimos meses, pueden salvar vidas o preservar la salud de nuestros trabajadores sanitarios. Aún hay un gran campo de mejora para la impresión 3D. A nivel tecnológico debemos seguir trabajando 49 para mejorar la productividad de los equipos, los materiales compatibles o las propiedades de la pieza final. También los entes regulatorios deben adaptarse a esta nueva realidad industrial y tecnológica. Pero no cabe duda que la impresión 3D, en su conjunto, ha salido reforzada de crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Y muy probablemente será un actor más en la batalla de la recuperación económica. El “que fabriquen ellos” ya no vale. La industria debe reforzarse, ser competitiva y generar valor; los Estados deben ser capaces de autoabastecerse ante los previ- sibles rebrotes que se esperan; y las empresas deben ser ágiles, flexibles y menos dependientes del exterior. La impresión 3D ha dado un golpe sobre la mesa. No es una moda pasajera, sino un actor clave del cambio industrial que se avecina.• La fabricación aditiva, si bien no puede competir con tecnologías tradicionales, permite la democratización de la capacidad productiva. En la imagen, BCN3D Sigma.