IMPRESIÓN 3D EN SANIDAD 21 Desde el inicio de la pandemia, la demanda de tec- nología de impresión 3D para generar suministros sanitarios propios ha crecido de forma dramática. El principal suministro sanitario relacionado con la COVID-19 producido con nuestra tecnología en España han sido los hisopos, los bastoncillos que se utilizan para realizar los test PCR, esenciales para lle- var un control de los contagios y ahora también para poder aplicar correctamente los protocolos de la des- escalada. En los últimos tres meses, se ha producido más de un millón de hisopos alrededor del mundo con nuestras impresoras. Como muchos otros países, España ha sufrido escasez de hisopos. China e Italia son los principales producto- res y exportadores de este material, pero con la altísima demanda interna y las dificultades en el transporte transfronterizo, lo han tenido difícil para abastecer también al exterior. A partir de la iniciativa que el Hospital virtual Valdecilla (HvV) ha llevado a cabo en Cantabria con impresoras de Formlabs, se ha logrado que la comunidad autónoma pudiera autoabastecerse de hisopos, llevando un ritmo de producción sema- nal de más de 5.000 unidades. Esta iniciativa ha sido adoptada por otros hospitales en España, a partir de la experiencia del HvV, proporcionándoles la posibilidad de autoabastecerse de hisopos. Gracias a la impresión 3D también se han podido producir otro tipo de equipamiento, como los adap- tadores que hicieron posible que máscaras de snorkel se utilizaran en los hospitales como elemento de pro- tección individual para el personal sanitario. Además, la tecnología 3D no tiene solo una aplicación estric- tamente sanitaria, sino que también se han creado productos accesorios no clínicos, como pantallas de protección facial o clips para ajustar y fijar mejor las mascarillas, y así hacer más fácil para la población el uso de productos de protección de contagio esencia- les durante la desescalada. Material sanitario producido por impresoras 3D de Formlabs. La impresión 3D ha demostrado su capacidad para hacer que la producción de suministros sanitarios sea más autónoma y rentable a escala local, pero aún queda mucho camino por recorrer. Hasta que no se encuentre una vacuna contra el COVID-19, la principal estrategia de las autoridades sanitarias es controlar los casos mediante la realización masiva de tests. Según la plataforma ‘Our World in Data’ de la Universidad de Oxford, España ocupaba a mediados de mayo la decimonovena posición en cuanto a la tasa de pro- ducción de tests por cada 1.000 habitantes, una cifra que ha de mejorar y a cuyo crecimiento la impresión 3D puede contribuir de manera importante.• Hisopos para pruebas PCR realizados en el HvV con impresoras 3D de Formlabs.