“Ante la falta de suministros y con el fin de protegernos, estuve revisando medios y redes sociales como LinkedIn en búsqueda de empresas con líneas de impresión 3D que me ayudaran en la fabricación de material de protección y di con Grupo Solitium, que me ofreció enseguida su ayuda altruista y, gracias a sus Servicios de Ingeniería 3D, valoramos las posibilidades que teníamos de desarrollar material de protección para el personal sanitario e inmediatamente comenzamos a imprimir viseras”, cuenta Maruxa Rodríguez en un momento durante su intervención en el webinar ‘Sanidad, Impresión 3D y gestión de emergencias’. La trau- matóloga, que también dirige el departamento 3D de Fremap, defiende esta tecnología que “ya ha demostrado su utilidad en otras áreas como la aeronáutica y la automoción”, y que “desde los años 2014 y 2015 se ha revelado muy eficaz también en sanidad para la formación del personal gracias a los prototipos que se pueden imprimir, la planificación quirúr- gica que sirve, en nuestro caso, para adaptar las placas de osteosíntesis antes de abrir al paciente y nos acorta los tiempos quirúrgicos, para las guías quirúrgicas que nosotros utilizamos para hacer la síntesis de las fracturas desde fuera de forma percutánea con muchísima más facilidad, y para terapia ocupacional y prótesis, entre otros”, enumera. Tan notable es su incidencia dentro del sector que sanidad no debe que- darse en la superficie e identificar la impresión 3D “como una actividad integrada dentro de los hospitales”, asegura Rodríguez. Algo para lo que se necesita irremediablemente un partner tecnológico que aporte el know how y la experiencia. Un socio como Grupo Solitium, que durante la pandemia trabajó con distintos hospitales, también con Fremap, para producir material de protección y, a través de sus Servicios de Ingeniería 3D, asesoró y rediseñó muchas piezas para adecuarlas a los estándares. “Modificamos y optimizamos equipos de protección auxiliares”, cuenta Miguel Ángel Mora, ingeniero responsable de los Servicios de Ingeniería 3D de Grupo Solitium, quien se topó con ciertos problemas y concluyó con la necesidad de “homologar bibliotecas de modelos en STL (archi- vos para Impresión 3D) y seguir investigando en materiales”. Ventajas probadas El concepto ‘just in time’ ideado por Taiichi Ohno, directivo de Toyota, allá por la década de 1950 se ha convertido en la base de toda empresa para evitar la acumulación de stock. Esta filosofía ha hecho que las organizaciones hayan distribuido su producción por todo el mundo y hayan reducido a la mínima expresión sus inventarios para que sólo se produzca a demanda. Algo que, llegada una catástrofe de las dimen- siones de la pandemia del coronavirus, ha colapsado las economías de todos los países: sin producción, sin transporte, sin reservas. La impresión 3D también apoya la reducción de stock, pero devuelve la capacidad de producción local a los países. Y más en concreto, a las empresas. 11 IMPRESIÓN 3D EN SANIDAD La crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha evidenciado la necesidad de acelerar la transformación digital en todos los sectores, entre ellos, el sanitario