Los procesos de fabricación que combinan operaciones aditivas y sustractivas están ganando posiciones en la industria moderna gracias a su capacidad de generar formas complejas con el mínimo material y óptimas tolerancias y acabado. Las máquinas híbridas que integran dichos procesos sirven de puente entre ambas tecnologías, las cuales se complementan con el objetivo de fabricar piezas de gran valor añadido. Los procesos de fabricación aditiva están basados en la generación de sólidos mediante la superposición de finas capas de material. Esta característica posibilita la fabricación de geometrías de elevada complejidad anteriormente imposibles de realizar. Sin embargo, actual- mente estos procesos no son capaces de alcanzar las tolerancias y acabado superficial requeridos en componentes metálicos. Con el fin de superar estas limitaciones, las tecno- logías aditivas son frecuentemente combinadas con procesos sustractivos. Esta unión aditivo-sustractivo llega a su máxima expresión mediante la combinación de ambos procesos en una misma máquina, denominada máquina híbrida. Las máquinas híbridas aúnan las ventajas de cada técnica por separado, posibilitando la generación de cuerpos com- plejos y flexibilidad características de la fabricación aditiva, así como la producción de componentes de precisión y buen acabado propia del mecanizado. Actualmente existen diver- sas variantes de máquina híbrida, aunque la más común en Figura 1: Máquina Renishaw AM 400. Foto: Cortesía de Renishaw. MÁQUINAS HÍBRIDAS 50 Aúnan las ventajas de cada técnica por separado, posibilitando la generación de cuerpos complejos y flexibilidad características de la fabricación aditiva Máquinas híbridas, integrando procesos M. Cortina, J.E. Ruiz, I. Villarón, J.I. Arrizubieta, H. Borgiattino, A. Dünky, J. Martinez y S. Baine, del departamento de Ingeniería Mecánica de la UPV/EHU.