Mariano Jiménez Calzado, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica en ICAI y jefe del Laboratorio de Diseño y Fabricación Aditiva. A la dcha., Adrián González Cano, especialista de la línea 3D de Grupo Solitium. Detalle de piezas producidas en el Laboratorio de Diseño y Fabricación Aditiva de ICAI. De izquierda a derecha, Carlos Rubio, estudiante de 3o Grado de Ingeniería Industrial y presidente de ICAI3D, y Mariano Jiménez Calzado, profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de ICAI y jefe del Laboratorio de Diseño y Fabricación Aditiva ante la Dynamical Tools DT600 adquirida a Grupo Solitium. Varios estudiantes ante la Dynamical Tools DT600. Mariano Jiménez Calzado, profesor del departamento de Ingeniería Industrial de ICAI con el prototipo de un motor producido en impresión 3D. FORMACIÓN 36 mente, obtener ese modelo de forma física para comprobar su precisión y funcionalidad de montaje o similar”, explica el profesor de ICAI y jefe del Laboratorio de Diseño y Fabricación Aditiva de la Escuela. Gracias a este tipo de laboratorios, que nutren empresas como Grupo Solitium, se consigue que estudiantes de ingeniería sepan completar la fase de producción/impresión de los diseños, y entien- dan que la impresión 3D no es apretar un botón, sino que requiere una serie de conocimientos específicos. “Es una tecnología que exige conocimientos: cómo orientar la pieza para encontrar el resultado buscado, entender los conceptos de anisotropía e isotropía, las características del material, etcétera”, puntualiza el experto en línea 3D de Grupo Solitium. Una opinión que suscribe Jiménez Calzado, quien asegura que en su centro se han ido creando asignaturas al calor de la fabricación aditiva, que ya sirve como complemento en multitud de aplicaciones. Tendencias La industria, en general, está asumiendo la fabricación aditiva. Y ésta está perfectamente integrada y localizada en sectores como el sanitario, el del juguete y el calzado, el aeronáutico... “Hay hospita- les que tienen impresoras 3D para que algunos de sus cirujanos, de ciertas especialidades, puedan crear piezas de apoyo en determina- das operaciones. Los laboratorios protésicos y las clínicas dentales también están utilizando esta tecnología para el utillaje que usan en funciones de verificación y estructuras en implantología. Y si nos vamos al área de aeronáutica observamos cómo ya hay piezas homologadas con el máximo nivel de seguridad, que han sido impre- sas en 3D y son avionables”, enumera Jiménez Calzado. Si la fabricación aditiva ya está perfectamente integrada en algunos sectores de la industria, es impensable aceptar que los ingenieros del futuro, aquellos que deben innovar en la forma de hacer las cosas, salgan de sus universidades sin uno de los conocimientos clave en estos momentos: la impresión 3D. Y es que ésta es una de las palancas en la transformación digital de la Industria y cada vez se utiliza en más aplicaciones.•