de operación es inferior al que se emplea cuando se utiliza un equipo de fabricación aditiva y posteriormente una máquina de arranque de material. En caso de realizar las operaciones por separado, además del tiempo requerido en el transporte de una máquina a otra, es necesario sumar el tiempo de colocación y ajuste para realizar las operaciones de mecanizado. • Mejora de precisión: Dado que las operaciones de mecanizado se realizan directamente sobre la pieza que se ha fabricado por aporte, empleando el mismo útil y sin cambiar la posición de la misma, la precisión que se puede conseguir es superior a la que se obtiene en los casos donde se debe recolocar la pieza en una máquina de arranque, donde, en el traslado de la pieza, se introducen errores debidos a la des- viación de la pieza respecto al origen teórico. Por otro lado, para mejorar la precisión, las máquinas híbridas pueden incorporar sistemas de palpado que permiten hacer una medición in-process o ayudar a colocar la referencia de la pieza tras el aporte de material de forma precisa. • Posibilidad de intercalar operaciones de fabricación aditiva y mecanizado: En el caso de disponer de dos sistemas separados, lo habitual es realizar primero las operaciones de fabricación aditiva de forma completa y, poste- riormente, mecanizar la pieza en otra máquina. Sin embargo, si se emplea una máquina que integra ambos procesos, es posible intercalar operaciones de fabricación aditiva y mecani- zado de forma alterna, pudiendo mecanizar una pieza parcialmente fabricada y, posteriormente, continuar con el proceso de aporte de material, haciendo aún más versátil el proceso de aporte. Asimismo, las máquinas híbridas presentan otras ventajas como el empleo de una cinemática común para realizar todas las operaciones (con el ahorro que ello conlleva) o el empleo de un único sistema por lo que se ahorra superficie útil en la planta. También se emplea un CNC común que se puede programar con las mismas instrucciones, lo que permite estandarizar el proceso de forma más simple. Uno de los primeros sistemas que integraron el proceso de aporte de material y mecanizado fue el desarrollado por la empresa japonesa Matsuura en el modelo Lumex Advance 25, la cual combina un sistema de fabricación aditiva basada en polvo predepositado con una fresadora de 3 ejes. En este caso, el sistema de fabricación aditiva y la fresadora prácticamente no comparten elementos mecánicos, ya que las operaciones de fabricación aditiva emplean Sistema de fabricación aditiva + mecanizado Matsuura Lumex 25. un láser que es guiado por un escáner galvanomé- trico 2D, mientras que la fresadora dispone de 3 ejes independientes situados dentro de la propia cámara donde se fabrican las piezas. A pesar de este desarrollo, en la actualidad, la mayoría de los sistemas se basan en combinar un proceso de fabricación aditiva con boquilla de aporte. Así, lo habitual es encontrarse con sistemas que combinan la tecnología LMD y mecanizado. Este hecho se debe fundamentalmente a que partiendo de una máquina convencional, es relativamente sencillo integrar una boquilla de aporte y un láser para dotar a la máquina de capacidades de aporte de material. Además, se mantiene toda la estructura de la máquina (incluyendo el cabezal de fresado, cargador de herramientas, etc.) lo que facilita la integración de ambos procesos. En resumen, los sistemas que se deben incorporar en una máquina-herramienta para darle capacidad de aporte de material son: • Láser y refrigeradora: Se suelen utilizar láser de estado sólido que se pueden transportar por fibra, por lo que se pueden colocar anexos a la máquina. • Fibra de transporte y óptica: Sirven para trans- portar el haz láser y focalizarlo en la superficie de la pieza. Es importante proteger estos elementos y garantizar que la fibra no se curve en exceso, ya que se puede romper por flexión. • Alimentador de polvo: De la misma manera que el láser, es un sistema que se puede colocar anexo a la máquina y sirve para alimentar una serie de conductos con polvo metálico. • Boquilla de aporte: Se coloca fijado a la óptica y en ella confluyen el láser y los conductos que arrastran el polvo. Es la ‘herramienta’ del proceso LMD, por lo que es importante evitar colisiones. Mecanizado 37