MERCADO 56 Los consumidores demandan que los puntos de venta estén más preparados para ofrecer carnes controladas de mejor calidad a pre- cios accesibles. Para ello, los sellos y certi cados de carnes locales y ecológicas son garantías que generan tranquilidad, lo que debería estar presente también en hostelería. Por último, y con respecto a los envases, existe una demanda por nue- vos formatos más cómodos y prácticos a la hora de almacenarlos en el hogar. “Tenemos un escenario donde se percibe una constante dismi- nución en el consumo de carnes, favorecido, fundamentalmente, por la presión social y los cambios en el estilo de vida de los consumidores. No obstante, estos están deseosos de comer carne sin culpa”. Hábitos de compra La compra de productos cárnicos se realiza unas 2 veces por semana y suele estar plani cado, tanto por lo que respecta al tipo de animal como de pieza. En cuanto al tipo de carne y corte, las piezas estrella son la pechuga de pollo el lete de ternera y el lomo de cerdo. En el caso del conejo, se compra la pieza entera. En el sector de los embutidos, el jamón serrano sigue liderando las ventas de los curados y el pavo y el pollo, de los cocidos. El chorizo, el salchichón/fuet y el lomo son las opciones que siguen al jamón en crudos, y el jamón dulce, el bacon, el frankfurt y la mortadela, en curados. En el caso de los frescos, la morcilla es la opción principal, seguida por la butifarra. Campofrío y el Pozo se llevan las primeras posiciones en el ranking de ventas, seguidos por Navidul, Argal y Casa Tarradellas. Si hablamos de los locales de compra, el lineal de carne/embutido del supermercado es el establecimiento habitual, especialmente en el caso de los embutidos. En este sentido, el tipo de producto a comprar y la ocasión de consumo in uyen en la elección del establecimiento. “El consumidor percibe mayor calidad en las tiendas especializadas, por eso acude a ellas en ocasiones especiales como reuniones familiares o eventos sociales”, señaló la consultora de AECOC. A pesar de los locales de compra que frecuentan, los consumidores esperan que todos ellos cumplan con ciertos criterios que consideran básicos: la higiene y limpieza (que no haya sangre en los expositores ni en los envases, que los trabajadores Actualmente se consume carne en el hogar un promedio de 4 veces por semana estén aseados y sean cuidadoso con la manipulación...), la organización (productos identi cables, precios visibles...), la variedad (opciones de carnes comunes, ecológicas, muchos precios...) y la calidad (productos con DO, certi cados y controlados...). La importancia de los envases “La variedad de formatos es esencial para que el consumidor se sienta libre de elegir en función de los momentos de consumo y sus necesidades”, subrayó Marta Munné. “Es necesario ofrecer diferen- tes tamaños y formatos para que los compradores identi quen en ellos varios momentos de consumo y darles la opción de escoger”. Los formatos pequeños son vistos como ideales para el consumo individual por su cantidad, sin requerir cierres fáciles ni conserva- ción del producto una vez abierto, además de que permite jugar con variedades diferentes e invita a probar y a arriesgarse a seleccionar novedades. Los formatos para compartir, por su lado, deben facilitar el cierre y la nueva abertura y deben conservarse adecuadamente. El 53% de los encuestados considera adecuado el envase de la carne. En el caso del embutido, lo considera un 64%. El principal aspecto que considera el consumidor es la transparencia y la visibilidad, que el producto se vea limpio y en envase, hermético. Además, valora mucho que la información de la etiqueta sea clara y legible. Como hemos vito, aunque más de la mitad de los compradores con- sideran adecuados los envases, siempre hay aspectos en los que se puede mejorar. En los envases de carne, la opción de envases reci- clable y ecológico es la más demandada, seguida por la mejora en los