El FSIS (Servicio de Inspección y Seguridad en Alimentos de Estados Unidos) fuerza a la industria a detectar la pechuga de madera para impedir que llegue al usuario nal. dosa. Según el FSIS (Servicio de Inspección y Seguridad en Alimentos), el tejido in amatorio asociado a la pechuga de madera es “insalubre e inadecuado para el consumo humano”, aunque recalcan que no es perjudicial a nivel de salud. Judit Jansana es igual de tajante al respecto: “No, no tiene ningún efecto, ni en las aves ni en las personas. Pero este síndrome provoca que los tejidos de la pechuga del pollo se endurezcan y la sensación al masticarla es muy desagradable. Al nal es un problema de calidad que supone pérdidas millonarias para procesadoras, comercios y res- tauradores. Nadie quiere comprar un producto defectuoso, aunque no sea perjudicial en términos de seguridad alimentaria”. Para que estas pechugas no lleguen al consumidor nal deben adop- tarse medidas durante el proceso. A este respecto Jansana asegura: “Claramente, lo más importante es la detección de las pechugas de madera en el proceso de selección, ya que es inevitable que lleguen a la planta de procesado. En ocasiones, este proceso se realiza de forma Los tres grados más comunes de pechuga de madera (verde: no afectado/rojo: afectado). La detección de la pechuga de madera se basa en el análisis 3D. Cada uno de los píxeles se clasi ca para medir su proporción y alcanzar la calidad deseada en el producto nal. >>67 SANIDAD