20 Oportunidades para la carne de cerdo española en México ICEX España Exportación e Inversiones ha elaborado un documento de estudio del sector cárnico porcino en México. Para ello, ha realizado un análisis de la oferta local, la demanda interna y los intercambios comerciales registrados a partir de cifras oficiales facilitadas por instituciones públicas y asociaciones sectoriales. Asimismo, se ha entrevistado a diversos especialistas del sector para disponer tanto de información cuantitativa como cualitativa. SECTOR De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne, México es el 5o consumidor mundial de carne, con 70,8 kg per cápita en 2019. La princi- pal fuente de proteína animal consumida en el país es el pollo, seguida del cerdo y el vacuno; con una parti- cipación muy inferior encontramos al pavo, el ganado ovino y el caprino. En el caso del cerdo, México es el 8o consumidor del mundo, con 2.153.000 toneladas en 2019. Desde el 2016, el crecimiento medio registrado por la demanda ha sido del 4,2 %, mientras que en el último año creció un 1,7%. Los tres primeros proveedores de México son: • Estados Unidos, con una cuota superior al 80% de los 1.800 millones de USD y 1,15 millones de tonela- das registradas en el último año. • Canadá, con una participación en torno al 18,5%, tanto en valor como en volumen. • Chile, que representó el 0,5% en valor y el 1,1% en volumen de las importaciones totales en 2019. En México, la producción de carne de cerdo no se rea- liza con razas puras, sino que es el fruto de cruces entre razas híbridas. Entre las razas más usadas encontramos Duroc-Yersey, Landrace, Hampshire, Yorkshire, Chester White y Pelón mexicano. La mayoría de los cerdos importados provienen de EE UU y de Canadá, espe- cialmente debido a la presencia en México de grandes grupos cárnicos procedentes de estos países. A pesar de contar con unos niveles de producción y exportaciones crecientes en los últimos años, fruto de la mejora genética de sus cabañas, los avances tec- nológicos y la progresiva integración vertical de los operadores, México sigue siendo importador neto de los productos considerados en el estudio, y se muestra fuertemente dependiente de las compras a sus veci- nos del norte para poder atender su demanda interna. Las barreras arancelarias existentes, así como la fuerte competencia en precios de los porcicultores estadou-