SECTOR 30 El sector cárnico ante la encrucijada Una lectura superficial a la evolución económica del sector cárnico nos dibuja un panorama plácido, con una industria consolidada como la cuarta en volumen del estado, con una cifra de negocio que representa el 22% del ámbito alimentario y que enlaza años de crecimiento (en 2018, un 5,2%). Sin embargo, en el detalle de estas cifras se vislumbra la encrucijada ante la que se encuentran las empresas de la carne. Bárbara Calvaresi, responsable del sector Carnes de AECOC El informe ‘El consumidor de productos cárnicos’, elaborado por AECOC Shopperview para la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic) muestra cómo los productos cárnicos generan una dicotomía de sentimientos en el consumidor. Por un lado, es un producto que gusta y que se reco- noce como parte de nuestra tradición alimentaria. El 56% de los entrevistados admite que come carne de manera habitual por pla- cer y el 45% considera su aportación necesaria para seguir una dieta equilibrada en proteínas y nutrientes. Sin embargo, el estudio revela que los consumidores sienten un cre- ciente sentimiento de culpa hacia los productos cárnicos. El 29% de los compradores han reducido su consumo (el 61% por temas relacionados con la salud) y muchos otros consideran que con- sumen más carne de la que deberían. Las razones que explican este sentimiento tienen que ver con los cambios en el estilo de vida de los con- sumidores y con la presión social que se vive en los medios de que comer carne es malo para la salud y el medioambiente o por temas relacionados con el maltrato animal. Este escenario abre a nuestro sector el gran reto de lograr transmitir mayor confianza a los compra- dores. Se trata de un objetivo que debe abordarse en unidad de sector desde dos vertientes: la información y la comunicación. La industria debe mantener un exce- lente método de control de toda la cadena a través de sistemas de trazabilidad que permitan monitorizar todo el proceso de producción y den garantías de seguridad al consumidor y sobre todo saber transmitirlo a la socie- dad eficientemente. Si la calidad en el proceso de producción y del compro- miso de la marca con ciertos valores es importante, las empresas también tienen en sus manos ciertas herra- mientas para poner en valor sus productos y generar confianza. Existe una tendencia entre los productores por ‘premiumizar’ el surtido cárnico, ya sea con refe- rencias ecológicas o de importación que se rematan con elementos de diseño, como el packaging. Una apuesta que, a tenor de los datos de consumo, se revela acertada, ya que se aumenta el valor percibido por el comprador y se crea una ventaja competitiva que va más allá del precio.