con una difusión muy pobre; pero si se da un exceso de pre- sión, los rayos de agua llegan a ser molestos sobre la piel. Modelos con orificios sólo en la parte perimetral del cabezal, el confort de uso es muy bajo (el rayo de agua está vacío en el centro); mientras que si el agua tiene media o alta con- centración de cal, se acumula en los orificios, tanto exter- namente, como internamente, lo cual reduce el confort con el paso del tiempo. Por otra parte, al mezclar agua con aire, aumenta el riesgo de propagación de legionela, en caso de que estuviera presente. En términos de costes, la disminución de consumo de agua en hoteles que se conseguiría instalando sistemas de ahorro de caudal también es muy relevante. Considerando que, según datos de 2013 de la Asociación Española de Abastece- dores de Agua y Saneamientos (AEAS), el precio medio por metro cúbico del agua en España es de 1,7 euros, los hoteles españoles podrían ahorrase más de 53 millones de euros al año instalando este tipo de elementos. También se pueden conseguir ahorros indirectos en concepto de la energía ne- cesaria tanto para calentar el agua como para el bombeo. Desde el punto de vista económico, la instalación de estos sistemas de ahorro y consumo eficiente de agua tienen un coste muy bajo (una media de 2.300 euros para un hotel tipo de 103 plazas), son muy fáciles de instalar, su impacto en la operativa normal del hotel es prácticamente nulo, y la inversión se puede recuperar en un plazo de seis a siete meses./ Para el estudio elaborado por ITH y Stalvia se usaron los sistemas de ahorro de caudal de última generación, de Bathlia, que disponen de un sistema patentado, con un núcleo formado por un tornillo-turbina, que, en combinación con una precámara de expansión, genera pulsos de presión alta y baja de forma imperceptible (30 veces por segundo), consiguiendo de esta forma un ahorro de agua de hasta el 60%. Otras ventajas adicionales son que ofrece un confort de uso superior, la difusión del agua es siempre uniforme y con una presión y temperatura correctas, compensa los fallos de presión; reduce los riesgos de legionela al no mezclar el agua con el aire; y elimina los problemas de cal- cificación. Óscar Alonso, técnico del Área de Sostenibilidad y Eficiencia Energética de ITH. 6/ Así, a partir del rendimiento este tipo de sistemas de ahorro de caudal, ITH y Stalvia han calculado el volumen de agua que un hotel podría ahorrar al contar con un equipamiento como éste. De esta forma, un hotel con 103 plazas (media nacional según el INE), se ahorraría al año aproximadamente el equivalente al agua que necesitaría para llenar una piscina olímpica (hasta 2.243 metros cúbicos), lo que para toda la planta hotelera española, formada por más de 14 mil hoteles, se traduce en unos 31 millones de metros cúbicos anuales de ahorro, lo que equivale al consumo total anual de una ciudad de unos 600 mil habitantes, de tamaño entre Málaga y Zaragoza. Además, los sistemas de reducción convencionales requieren de operaciones frecuentes de limpieza, tanto para desinfección como para eliminación de cal incrustada y acumulada. Con el tiempo, la cal acumulada interiormente deteriora el fun- cionamiento del dispositivo, y se debe sustituir, con mayor frecuencia que los dispositivos no ahorradores. Reportaje