Sanitaristas 116

cuencia de visita, corroborado por el 61% de los usuarios. Por último, las redes que han experimentado un mayor crecimiento son Twitter, Linkedin y Google+.  A la vista de estos datos, no es de extrañar que, en la encuesta realizada a 650 empresas por parte de adigital para realizar su informe sobre el uso de las redes sociales por parte de las compañías, maìs de la mitad de las mismas consideren que el retorno obtenido de las redes sociales es igual o superior a la inversioìn. A ello contribuye el hecho de que los dos objetivos maìs buscados en cada una de las redes sociales sean la mejora de la imagen de la empresa y el aumento de la notoriedad de la marca. Desde Porcelanosa lo dejan muy claro con la siguiente afirmación: «Consideramos fundamental la presencia en estos canales de comunicación que posibilitan la interacción directa y el establecimiento de una relación fluida con el usuario. Mantenerse al margen de los medios sociales no es una opción en un mercado global, pero no solo hay que estar, hay que estar de forma adecuada, dedicando los recursos pertinentes». A partir del tercer objetivo buscado por las empresas, ya se pueden encontrar otros fines para cada una de ellas. Así, por ejemplo, Facebook se emplea también para promocionar productos o servicios -el mismo uso que se le da a Instagram-, además de para incrementar el tráfico a la web -en lo que coincide con Twitter, Youtube y Pinterest-. Google Plus se emplearía en tercera posición para mejorar el SEO y Linkedin para generar contactos con clientes potenciales. Desde Royo Group, una de las primeras empresas del sector sanitarista en tener presencia en las plataformas digitales , tienen muy claro estas diferencias: «Desde nuestros inicios en 2009 en el mundo digital, hemos ido aumentando poco a poco el número de redes sociales en las que estamos inscritos, destinando recursos tanto a Facebook como a Twitter, Youtube, Fl ickr, Issuu, Spotify, Pinterest y, recientemente, LinkedIn. Desde Royo Group tenemos la filosofía de ser útiles para nuestros usuarios, porque creemos que es entonces cuando ellos nos darán algo a cambio. No se trata de ‘estar por estar’ o ‘estar para vender más’, sino para ofrecer a nuestros usuarios aquellos contenidos que buscan y conectar con ellos de manera que luego nos consideren para la compra de su mobiliario de baño. Es por ello que no trabajamos de igual forma cada herramienta social, ya que consideramos que cada una tiene una utilidad para conseguir cada uno de los micro-objetivos que nos marcamos: en Facebook damos contenido útil a nuestros se-   guidores, al igual que en Twi tter; en LinkedIn damos más visibilidad a nuestra empresa y buscamos contactos; y redes como Flickr, Pinterest y Youtube las utilizamos más como repositorio de nuestras imágenes o vídeos». «En función de la naturaleza del canal, se producen interacciones diarias, como en Facebook, Twitter o Instagram; o publicaciones más espaciadas, como en Youtube. Se comparten contenidos gráficos, información sobre productos, eventos, etc; pero también se desarrollan propuestas participativas, con concursos y campañas promocionales», apuntan igualmente desde Porcelanosa. En este sentido, cabe mencionar también que, según un informe de Mckinsey & Company, las empresas usan cada vez menos las redes sociales para ofrecer productos (bajan 14 puntos) y más para mejorar la comunicación interna y externa: el 68% usan las redes para comunicarse con compañeros, el 47% con clientes, el 31% con vendedores y el 50% para compartir documentos. Dicho lo cual, a nadie extrañará que Twitter y Facebook se posicionen como las redes sociales maìs utilizadas por las empresas con un nivel de adopcioìn similar, superior al 80% de las respuestas recibidas. Otras mucho menos masivas como Instagram o Pinterest ya superan el 20% en grado de adopcioìn en las empresas espanÞolas. Asimismo, ademaìs de las redes sociales tradicionales, hay interés por el uso de                                                             32 SANITARISTA'S

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