Opinión de orientación a las empresas productoras a la hora de escoger un sistema de vídeo. Ante todo se requiere flexibilidad, compatibilidad y capacidad de ampliación, ya que los sistemas de vídeos deben adaptarse a los requisitos en caso de que la empresa crezca o se lleven a cabo otras modificaciones. La conectividad IP constituye un factor importante. Este tipo de soluciones generalmente se pueden integrar fácilmente en la red existente y permiten la vigilancia a distancia desde cualquier lugar. Las innovadoras cámaras, con ordenador integrado de altas prestaciones y memoria flash digital de larga duración, permiten, además, grabar y guardar automáticamente las imágenes en la cámara a lo largo de varias semanas y, por lo tanto, no requieren un ordenador o una grabadora adicional y mantienen la carga de red muy baja, ya que cada cámara, independientemente del vídeo en vivo, puede reducir el vídeo que se va a almacenar a la frecuencia y el tamaño de imagen necesarios. El rendimiento es importante Aparte de estos aspectos, el rendimiento técnico de las cámaras desempeña un papel decisivo. Los sistemas digitales destacan por su elevada calidad de imagen, algo imprescindible tanto en aplicaciones de seguridad como en su uso para la vigilancia de la producción. Una cámara de 6 megapíxeles captura muchos más detalles que un sistema analógico. Además, las cámaras pueden estar equipadas con módulos de sensor intercambia- bles para poder adaptarse a las distintas necesidades sin tener que reemplazar toda la cámara. Este concepto de plataforma permite, por ejemplo, aplicar funciones de teleobjetivo y gran angular por medio de dos módulos de sensor. De este modo, con una sola cámara es posible obtener un ángulo de visión más amplio y, al mismo tiempo, una reproducción nítida de los detalles. Equipada con un sensor de día/noche, como en el caso de Seltmann, la cámara es capaz de ofrecer una vista completa en condiciones de luz variables. Para la vigilancia perimetral también resulta de utilidad la ins- talación de cámaras termográficas. Las condiciones lumínicas no representan ningún problema para este tipo de cámaras, cuyo uso también demuestra ser muy eficaz en zonas en las que la producción exige que no haya una fuerte iluminación. Para aprovechar al máximo las ventajas, se pueden combinar los sensores térmicos y ópticos. Mientras que el sensor térmico detecta movimientos a una distancia de hasta 400 metros, el sensor óptico se encarga de identificar los objetos con precisión. Las cámaras modernas disponen, además, de un análisis de movimiento inteligente que ignora determinados patrones de movimiento (por ejemplo, la lluvia o los árboles movidos por el viento) y sólo inicia la grabación cuando ocurren eventos concretos. Conclusiones Con una planificación minuciosa, se puede utilizar un moderno sistema de vídeo digital a un precio razonable para optimizar los procesos de producción y cumplir los requisitos de seguridad. El concepto descentralizado hace posible sistemas de alta re- solución con un menor volumen de datos y una mayor calidad de imagen. Las posibilidades de aplicación flexible de una cámara de plataforma permiten utilizar muchas menos cámaras que con los sistemas convencionales y contribuyen a que la solución sea más rentable. El ahorro de costes también es mayor con las cámaras IP, ya que estas suelen integrarse en una infraestructura de red ya existente. Si a esto se añade un análisis crítico del con- sumo de energía, las posibilida- des de ahorrar costes aumentan aún más. Gracias a la combina- ción inteligente del concepto de producto y tecnología, algunas cámaras de red modernas tienen un consumo de potencia inferior a cinco vatios, lo que reduce los costes de funcionamiento a largo plazo. • 50