PROTECCIÓN CONTRA EL FUEGO 44 Cuando las fachadas pueden arder Esta es la crónica de una devaluación normativa en la edificación por la cual el Documento Básico sobre Seguridad en caso de Incendios (DB-SI) deja de actuar bajo el principio de precaución por el que debería proteger a los residentes, y sin embargo prima al mercado. Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces) Parte superior de la Torre Grenfell. Foto: ChiralJon on Flickr.com. El origen de la preocupación El 14 de junio de 2017 se produjo el incendio de la Torre Grenfell, un edificio residencial con una rehabilitación térmica concluida en 2016. En Grenfell murieron 72 personas, una de las mayores trage- dias vividas en Europa. Un cortocircuito fue el origen del incendio, algo no tan extraño. El revestimiento exterior del edificio actuó en la rápida propagación del mismo. Esta breve descripción conecta los elementos que en su día despertaron la preocupación de Adeces (Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales) por la seguridad en la edifi- cación: el incremento de la actividad rehabilitadora de edificios para reducir el consumo energético; las técnicas y materiales empleados en las fachadas en este proceso; y por supuesto, la posibilidad de que una simple operación de mantenimiento en fachadas, cubiertas, proximidades de ambas áreas, o un cortocircuito como en Grenfell, pueda ser la chispa que cause un siniestro de gran magnitud. El silencio de las instituciones Al poco tiempo del incendio de la Torre, Adeces se dirigió al minis- tro de Fomento de la época, a la sazón Iñigo de la Serna, para preguntarle si la normativa española contempla la utilización de productos combustibles en la rehabilitación de fachadas y si en su caso, el uso de estos productos podría contribuir a provocar un siniestro semejante al de Londres. Es evidente que el interés de nuestra pregunta no era conocer si el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI) permitía el uso de productos combustibles (que en esa fecha post Grenfell ya sabíamos que sí); sino en conocer la valoración del riesgo que el ministro hacía del uso de este tipo de materiales. Sin embargo, no obtuvimos respuesta. No obstante, para Adeces, tan importante era conocer la opinión del ministro sobre el DB-SI y su contribución a la propagación de un incen-