inalámbrico, la codificación de los periféricos y el software desarro- llado por el fabricante son esenciales para el funcionamiento de la instalación, tanto para la correcta comunicación de alarmas como para la detección de fallos y problemas derivados de la presencia de interferencias o de inhibidores. Entre los instaladores encontramos enconados partidarios de uno y otro sistema. Quienes defienden el cableado, alegan que la sensibili- dad de lo inalámbrico a las interferencias y a los inhibidores supone una merma de la seguridad, en especial dentro de entornos grandes, como fábricas, naves industriales, edificios, etc. Para los que prefie- ren el inalámbrico, el cableado es susceptible de sufrir sabotajes y, además, las centrales y las canalizaciones resultan muy fáciles de detectar, aumentando las posibilidades de un ataque, sobre todo en instalaciones residenciales o pequeños establecimientos. También, cómo no, son cada vez más los adeptos de las instalaciones híbridas, que soportan elementos cableados y elementos inalámbricos. Es difícil apostar a priori por uno u otro sistema, sin conocer los detalles del proyecto, las características del inmueble que se quiere proteger, las necesidades del usuario o el dinamismo que requiera la instalación. La decisión dependerá de factores diversos, como hemos visto, y el cliente final tiene mucho que decir. Ahora bien, para tomar una decisión tan compleja, los profesionales precisan productos fiables y eficaces a su alcance. Por eso es nece- sario que fabricantes y distribuidores pongamos en sus manos un catálogo de sistemas de alta calidad que garanticen la seguridad de los bienes y las personas. En Diid Seguridad, al menos, queremos que la pregunta acerca de qué sistema es más seguro desaparezca de la ecuación. Se trata de dar al cliente la tranquilidad de saber que, escoja lo que escoja, va a estar siempre protegido con las mejores equipaciones.• ROBO E INTRUSIÓN 25