SF8 libro

dumbre climática o la disparidad en el marco legal y de gobernanza en la cuenca mediterránea dibujan un contexto aún más intrincado por el sector. Para potenciar el futuro del sector, el 2017 se puso en marca el Mediterranean Aquaculture Integrated Development (MedAID). Este proyecto cuadrienal, coordinado por el Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (IAMZ-CIHEAM) y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) e integrado por centros de investigación, empresas y otros actores implicados de 13 países europeos y mediterráneos, se han propuesto relanzar la acuicultura mediterránea a mayores niveles de sostenibilidad y competitividad. El alcance de la investigación es muy amplio: se han estudiado los obstáculos productivos, ambientales, económicos y sociales a lo largo de toda la cadena de valor de la acuicultura, y se ha centrado la lubina y la dorada, las dos especies más producidas. “Hemos querido abordar el problema desde una perspectiva multidisciplinar y holística; empezamos realizando una valoración global para identificar las ineficiencias y buscando soluciones innovadoras comunas”, resume Dolors Furones, investigadora del programa de Acuicultura del IRTA y coordinadora científica del proyecto. El pasado octubre, MedAID se cerró con un acto en Madeira, en el que se presentó la toolbox, un repositorio digital de todo el nuevo conocimiento obtenido, dirigido a científicos, productores e interesados. Uno de los grandes retos para la piscicultura mediterránea es optimizar la gestión de recursos para reducir costes y, en paralelo, mitigar la carga ambiental de su actividad. “MedAID ha estudiado qué ajustes tiene que hacer la industria para mejorar su huella de carbono, sobre todo en términos de logística o de consumo de piensos”, explica Furones. Precisamente, las mejoras zootécnicas en el ciclo de alimentación y cría de lubinas y doradas han centrado buena parte de los esfuerzos de los investigadores. Se han ensayado distintas condiciones de cría larvaria, así como dietas más sostenibles y con elementos funcionales para un mayor rendimiento y resiliencia de los pescados frente a retos patológicos y ambientales. Además, una de las vías con más potencial es la mejora genética. MedAID, conjuntamente con el proyecto Performfish, ha desarrollado un chip para el análisis genómico de doradas y lubinas (MedFish SNP), con aplicaciones como la caracterización genética de las poblaciones de cultivo y salvajes, una información muy útil para establecer programas de gestión de reproducción. La tecnología también ha permitido estudiar la heredabilidad de algunos rasgos relevantes para la calidad del pescado como la proporción de lípidos en los músculos. La sanidad animal es la otra variable biológica esencial en la productividad de las piscifactorías. Estas han tendido Mejorar la productividad zootécnica, la seguridad alimentaria o el procesamiento de datos son algunos de los ejes de una nueva iniciativa transnacional 81 SOSTENIBILIDAD

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