ATÚN 44 Análisis de larvas, alevines y adultos La herramienta generada en el marco de la investigación se ha basado en el análisis de más de 600 larvas, alevines de menos de un año y reproductores recolectados en las principales áreas de desove de esta especie, cantidad muy relevante dada la dificultad de obte- ner larvas y crías de esta especie. En concreto, se han descubierto decenas de miles de marcadores distribuidos en el genoma del atún rojo de entre los que se han seleccionado una centena para el diagnóstico del origen. Esta herra- mienta se ha aplicado para estudiar el origen de mil atunes adultos pescados a lo largo del Atlántico. “Nuestro objetivo es ofrecer respuestas a la necesidad de gestionar mejor un recurso que hasta hace poco se encontraba en una situa- ción crítica. Hemos intentado resolver la necesidad de determinar correctamente el origen de cada una de las grandes poblaciones de atún, la Mediterránea y la del Golfo de México, que, aunque no se relacionan entre ellas para reproducirse, sí se juntan en el mar y además tienen la misma apariencia, por lo que la identificación genética es la única fórmula de distinguirlas”, añade la experta en investigación marina. El estudio ha permitido, además, demostrar genéticamente que el atún rojo regresa a su lugar de nacimiento, después de un periodo de varios años de migraciones transatlánticas. Un nuevo impulso para la recuperación del atún rojo Los esfuerzos para gestionar de manera sostenible al atún rojo, no obstante, no han cesado y el centro de investigación Azti concluyó la quinta edición de la campaña BFT Index, una iniciativa impulsada por la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco que ha sido llevada a cabo este año entre el 14 y el 22 de junio en el Golfo de Bizkaia a bordo del buque Nuevo Horizonte Abierto (Hondarribia). Con esta campaña se busca pro- porcionar un índice de abundancia de atún rojo a través de técnicas basadas en herramientas acústicas. La evaluación del stock de atún rojo se apoyaba hasta ahora en datos de captura por unidad de esfuerzo de las pesquerías, lo que aportaba datos sesgados por la actividad alimentaria del atún, de la cual depende la posibilidad de capturarlo por artes de pesca usando cebo. “La evaluación del stock requiere indicadores que reflejen de forma no sesgada la abundancia del atún rojo en sus zonas de alimenta- ción”, asegura Nicolas Goñi, responsable técnico del proyecto BFT Index en Azti. En este sentido, el método utilizado por los investigadores de la campaña BFT Index para obtener un indicador de la biomasa de atún rojo (principalmente juvenil) se ha basado en la utilización de herra- mientas acústicas que realizan una prospección activa, así como