Figura2:Rehabilitares aplicar conocimiento, experiencia y concepción sistémica a la transfomración de un edifi cio en un bien capaz de dar ser vicio: habitabilidad, funcionalidad y rendimiento. La metodología y el conocimiento necesarios para llevar a cabo este trabajo son propias de profesionales, equipos y empresas expresamente cualifi cadas o recualificadas. La pretensión, no documentada de dar empleo en la rehabilitación a los agentes promotores y constructores de la explosión inmobiliaria española, sin poner en marcha un vasto , extenso e intenso plan de educación y for mación, como se está haciendo en otros países europeos, carece de fundamento. escepticismo y la desconfianza, mucho más allá de la propaganda y la mercadotecnia. La consideración “fisiológica” de la edifica- ción es visión sistémica, y de ella se deriva la puesta en valor no sólo de la calidad de los productos, componentes y subsistemas de los edificios, sino, sobre todo, la calidad de las interacciones que se producen entre ellos, y con el medio, a lo largo del tiempo. La consideración de la edificación como un servicio, no como un producto, es esencial para enfocar correctamente su rehabilitación pues, no en vano, la propia actividad, incluyendo el plano de la reha- bilitación energética, no es otra cosa que la recuperación integral de las capacida- des operativas y funcionales de los edifi- cios, lo que implica la evaluación precisa de los factores de impacto a lo largo del ciclo de vida y un enfoque prestacional que vincula la habitabilidad a la eficiencia energética, en un marco de equilibrio variable y evolutivo. Financiación. La reversión distribuida de los recursos económicos que hacen rentable para los ciudadanos abordar la rehabilitación para la eficiencia. El impacto que la ineficiencia energé- tica de la edificación, el transporte y la actividad productiva generan en todas las escalas, global, continental, regional, Figura. 3: Rehabilitar supone trabajar sobre los edificios y extender el ámbito de trabajo mucho más allá del edificio, al contexto y a los procesos operativos que resuelven los factores de impacto, canalizan las oportunidades y materializan el rendimiento y los ahorros, a lo largo del ciclo de vida y con la capacidad de prolongar la vida útil mediante mecanismos embebidos en el propio edificio. tipo de políticas están siendo integradas en estrategias energéticas y normativa de la edificación a diferentes escalas, nacional regional y local, mediante ac- ciones directas e indirectas que preten- den implementar requisitos de reducción del consumo de energía en la edificación a través de acciones, en su mayor parte prescriptivas y parciales, orientadas a la mejora del rendimiento de los distintos componentes del sistema edificado. Fruto de un pragmatismo analítico orientado a la prescripción, es la concep- ción “anatómica” de la edificación como un producto, estático, y objeto de mejoras objetivas en sus componentes, aislamiento, ventanas, instalaciones, en los procesos tipificados de rehabilitación. Pero las verdaderas oportunidades de eficiencia en la rehabilitación energética de la edificación no están sólo vincula- das a la calidad de los componentes de los edificios sino a la valoración y puesta en juego de todos los factores de eficiencia que emergen cuando los edificios se con- sideran un sistema complejo, aún más, un sistema complejo que como tal es actor de continuas transformaciones en el tiempo. RHBN 26