Rehabilitación i L u u s i d sd e P e r r e d da a A r r q u u i t t e c c t o . . D D i r r e c ct t r o r d d e P r ro o e y e c t to o s E N E R E E S S i is s t e e m a a s E n ne r g g é t t i c co os s S S o s s t e e n i b l e s s Las bases estructurales de la rehabilitación para la eficiencia omación ecualificación emleo financiación En un país que no se ha liberado de los perversos vicios consolidados, (en el sistema financiero, en la clase política, en el funcionariado, en la variante del funcionariado en la que se ha convertido la Universidad, y en muchos ciudadanos), en una de las fases más degradantes y especulativas de su histo- ria contemporánea; somos testigos de las enormes dificultades con las que este giro diametral, cuya esencia no es un cambio en el marco de actuación para pasar de la producción de nuevos edificios a la pro- ducción de edificios rehabilitados, sino un cambio radical de paradigma y de actitud para abandonar la producción y la con- centración de recursos y entrar de lleno en el campo de la agregación de valor y de la trasformación de milones de edificios para aportarles una capacidad renovada prestar servicios a la ciudadanía. Los instrumentos que hay que poner a punto para implementar un proceso tan arduo y ambicioso son muchos pero va- mos a abordar, superficialmente, en la necesaria brevedad de este artículo dos que consideramos estructuralmente esen- ciales: la formación, recualificación y em- pleo de trabajadores competentes en este nuevo campo y la política de reversión distribuida de los recursos económicos que hacen rentable para los ciudadanos abordar la rehabilitación para la eficiencia. oración recualificación y empleo Formación y recualificación son necesa- rias, no porque como de común se viene diciendo las nuevas tecnologías requieren de la actualización del conocimiento de los profesionales de cada ramo sobre nue- vas técnicas, materiales y componentes, sino porque hay necesidad de un cuerpo abundantísimo de profesionales en todos los puntos de la geografía nacional, y en un buen número de áreas imprescindi- bles para hacer efectiva la rehabilitación urbana y edificatoria y la eficiencia, que aquí no existen, si bien una parte de ellos se pueden crear a partir del amplísimo cuerpo de arquitectos e ingenieros infra retribuidos, parados o emigrantes, otra parte tiene que salir, ya de manera conti- nua y sistemática de una reestructuración del sistema educativo . Y ello se produce porque el ámbito de trabajo de la reha- bilitación requiere de otras capacidades y de otros profesionales, que no existen en el sector de la construcción y menos en el español. El empleo que puede generar la acti- vidad rehabilitadora debe ser el de pro- fesionales, equipos y empresas expresa- mente cualificados para cubrir todas las necesidades que plantea una actividad orientada a resolver un amplio campo de prestaciones y servicios. El objeto de la rehabilitación no es aislar, ni cambiar las ventanas, ni instalar domótica, ni cambiar calderas, ni usar energía solar; el objeto de la rehabilitación es aportar a la edifi- cación la óptima habitabilidad y la óptima funcionalidad, con los mínimos recursos y consumos. La persistencia de parámetros prescriptivos en la normativa de rehabili- tación aleja las acciones de sus objetivos, favorece a los no cualificados, concentra recursos y persiste en la especulación. En los que se refiere al empleo, ignora la ne- cesidad de nuevos profesionales y empo- brece las posibilidades de enriquecimien- to del mercado de trabajo. En España este Figura 1: ¿Contradicción? Bernabeu, Canalejas, Serrano. Apropiación de espacio público, destr ucción de bienes patrimoniales, tan legal como incomprensible y a costa de recursos que per tenecen, no a la administración , sino a la ciudadanía. Recalifi caciones, convenios, descatalogación legalizada en virtud de procedimientos discreccionales al servicio del inefable equipo que en España forman los agentes financieros, políticos y empresariales más desinhibidos. Mientras en España con una mano se firman medidas de impulso a la rehabilitación , con la otra se firman leyes retrógradas que consolidan actitudes perversas en el marco de la energía y la recuperación del patrimonio. El problema no es el negocio, es que para impulsar un cambio de actitud hay que porpiciar la ejemplaridad que es la que aporta credibilidad al proceso ante las propias instituciones y ante los ciudadanos, vencer el escepticismo y la desconfianza, mucho más allá de la propaganda y la mercadotecnia. E er bl EN NE ER R E S S S S i s t t e m m a s A s A sE r E q q n u i i e t e e r c g t to o é é . t D i i c i i r o e e s c t L e L o o y S r u o o i d s s e e P t t d P P e e r n ni Pe o e y s ib r e e e c c l d t e e o a s RHBN 25