66 INFORME EUROCONSTRUCT camiento de la vivienda de nueva planta. La producción proveniente de la construcción de infraestructuras ha crecido significativamente en 2018 (5,0%) y se espera un 2019 bastante parecido (4,5%) en la medida que la recuperación económica se está trasladando (con un decalaje temporal) a los presupuestos públicos, y los fondos estructurales europeos vuelven a estar de nuevo operativos, sobre todo en los países del Este. Otro síntoma de que Europa está reco- brando su predisposición a invertir, es que el Plan Juncker superase a mediados del 2018 su objetivo inicial de 315.000 MEUR y que se extendiese hasta el 2020 con un objetivo ampliado a 500.000 MEUR. El impulso tomado por la ingeniería civil europea continuará más a medio plazo, ligeramente matizado a la baja debido al enfria- miento macroeconómico, pero incluso así acabará convirtiéndose en el mercado más expansivo de todo el sector en 2020 (3,2%) y 2021 (2,5%). La mayor parte de este crecimiento provendrá de las infraestructuras de transporte, con una aportación sustancial desde el nicho del ferrocarril. Las compañías eléctricas siguen sin recupe- rar el ritmo constructor de los pasados años, aunque la subida de los precios de la energía podría contribuir a que replanteasen sus estrategias inversoras. Situación y previsiones en España: El exceso de dependencia de la vivienda de nueva planta puede pasar factura al sector La economía española también se resiente de la ralentización eco- nómica global y entra en una fase de menor crecimiento. Con el consumo y las exportaciones perdiendo tracción, y con los famosos ‘vientos de cola’ extinguiéndose (precios del petróleo) o en vías de hacerlo (finalización del QE), ya no se puede seguir manteniendo el vigoroso ritmo de crecimiento del trienio 2015-17. La previsión contempla una desaceleración suave del PIB desde el 2,6% del 2018 al 2,0% del 2021. Tras observar indicios de fatiga en bastantes indicadores econó- micos, cabe preguntarse si el sector construcción puede verse arrastrado. Obviamente, la construcción no es inmune al enfria- miento económico, pero hasta ahora apenas se percibe reacción alguna: el empleo en construcción continúa creciendo más que el resto de sectores, y mientras los índices de confianza del comer- cio y la industria se degradan en lo que llevamos de 2018, los de la construcción aún resisten. El crecimiento a corto plazo parece no estar amenazado y hay suficiente cartera de proyectos para esperar avances de producción del 5,7% en 2018 y el 4,5% en 2019. El pano- rama a medio plazo es más incierto, puesto que para 2020-2021 ya no se contará con el efecto tractor de las elecciones municipales del 2019 y podrían haber quedado ya cubiertos los vacíos de oferta de Evolución por subsectores en el mercado español (Índices de producción a precios constantes, base 2014=100).