El primer paso para lograr que un hotel reduzca su factura energética pasa por abrigar la fachada. ENERGÍA 60 Nueve de cada diez hoteles pueden reducir su gasto energético más de la mitad España es toda una potencia turística. Más de 82 millones de turistas extranjeros visitaron en 2017 nuestro país, una cifra récord que sitúa a España en el pódium del turismo mundial. Además, según el Foro Económico Mundial, España lidera el ránking de competitividad del turismo gracias a sus infraestructuras, la seguridad y el patrimonio cultural. Unos datos que deben llevar a los hoteles a extremar también sus fortalezas pues nueve de cada diez hoteles tienen margen para reducir su consumo más de la mitad, según datos de Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, con motivo de la jornada sobre rehabilitación hotelera organizada por el Grupo Evetson en Barcelona. El primer paso para lograr que un hotel reduzca su factura energética pasa por abrigar la fachada. Es decir, por aislar tér- micamente el edi cio, lo que podría reducir fácilmente esas necesidades de energía en un 50%, según Danosa. Para ello es necesa- rio renovar la parte ciega de las fachadas, sustituir la parte acristalada y controlar las ltraciones de aire. Pero si el hotel da un paso más allá y acometiera una rehabilitación térmica completa, ese ahorro de energía podría ser de hasta el 90%, tal y como a rma la Plataforma alemana de Edi cación Passivhaus. Además, el aislamiento térmico no solo reduce el consumo de ener- gía, sino también las emisiones de CO2 a la atmósfera en la misma proporción. Es decir, los hoteles podrían disminuir sus emisiones a la mitad con un sistema de protección térmica. Si bien esta solución es fundamental, debe ir acompañada de otra serie de sistemas para que se reduzca al máximo el gasto energético innecesario. Las humedades, un enemigo a batir Para que los clientes gocen del confort que buscan cuando se alojan en un hotel no solo vale con abrigar al edi cio, sino que también hay que protegerlo frente a las humedades, pues crean una sensación de frío desapacible que no se puede combatir a golpe de termostato. Sobre todo porque a cada grado que se aumenta la temperatura, la factura de la luz se incrementa un 7%, y no desaparece el problema. Y es que las humedades no solo causan un inadecuado efecto esté- tico, sino que pueden afectar a toda la estructura del edi cio a la larga. Para evitarlo hay que impermeabilizar y preservar la estanqueidad al agua en las zonas más sensibles –cubiertas, jardines, cocinas, fosos de ascensores, sótanos o fachadas expuestas-. De este modo se puede reducir el consumo de energía y mantener los hoteles a buen recaudo y en perfecto estado para la vista. Un toque de verde Otra tendencia creciente en azoteas y terrazas de muchas capitales son las cubiertas verdes, una solución que supone un respiro para las personas y para el medio ambiente, pues además de ayudar a renovar el aire reducen la factura energética de los edi cios hasta en un 10% al producirse el llamado ‘efecto toldo’. Es decir, estas alfombras de vegetación resguardan al edi cio de la lluvia y lo aíslan, de modo que hacen innecesario abusar de los sistemas de climatización, tanto en verano como en invierno. Con este tipo de zonas verdes los hoteles incluso pueden aprovechar mejor el espacio, ya que un jardín en la azotea les permite ofrecer más servicios, como poner una zona de relax con piscina y jardín abierto y