del edi cio. En esta línea, hizo alusión a una frase de McKinsey and Company: “Las tendencias apuntan a una misma dirección: cada vez más consumidores gastan en salud y bienestar, con lo que el bien- estar es la próxima industria trillonaria a medida que los empleados invierten en programas de vida saludable y los clientes asumen mayor responsabilidad en la optimización de su propia salud”. Dentro del bienestar, continuó la profesional de Arup, el diseño tiene que tener un papel fundamental pues está considerado, según ASID Industry Outlook, en el primer lugar en la subsistencia de mayor trans- formación y movimiento de la macrotendencia de salud y bienestar. “Todo esto -añadió Saiz Alcázar-, tiene estudios detrás con resultados probados. Estas inversiones, al principio, no tienen un retorno eco- nómico porque se invierte en las personas, que es lo importante del retorno de la inversión. Además, es interesante ver cómo los certi ca- dos tienen que ver, cada vez más, con la sostenibilidad y WELL es el primero que aprueba el bienestar de las personas”. A continuación, Saiz Alcázar habló de los pasos que sigue el proceso de certi cación WELL y destacó que, cuando se acaba todo el proceso, tiene además un proceso de recerti cación cada tres años. Asimismo, reivindicó que hay que exigir un nivel de transparencia en los edi cios y a rmó que WELL cubre los 7 conceptos que hay que tener en cuenta a El confort no siempre se identi ca con la eliminación del ruido lo largo del ciclo de vida del mismo, siendo éstos: agua, alimentación, luz, estado físico, comodidad y mente. A modo de conclusión, Saiz Alcázar señaló que la propuesta de valor de WELL es la o cina porque mejora el entorno para empleados y clientes, por el retorno de la inversión, por el incremento de la productividad y por una mayor satisfacción y retención de los empleados. Experimentando el confort: confort térmico En el bloque de intervenciones sobre la experimentación del confort, el primero en intervenir fue Arcadio García Lastra, director técnico de Atecyr, quien habló sobre los aspectos físicos del confort térmico y su apreciación por parte de las personas. García Lastra quiso comenzar describiendo el bienestar térmico como “aquel estado de la mente que expresa satisfacción con el ambiente térmico, evaluado de forma subjetiva”, con lo que “si el bienestar térmico -añadió-, es algo sub- jetivo, va a ser muy difícil de evaluar y, sobre todo, hacerlo de manera uni cada para todos”. En este sentido, García Lastra aseguró que el confort térmico está legis- lado, pero dentro de los edi cios tenemos que jarnos en el RITE (RD 486/1997 disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo): confort térmico, acústico, bienestar lumínico, salubridad, etc. “Hay seis parámetros que se registran en el RITE y en cualquier normativa que regule el confort térmico. Hay intentos de de nir estas seis variables en un único índice. Tenemos que ser capaces de evaluar el calor (energía) que adquirimos al ingerir alimentos, pues, para que esté bien una persona, hay que evaluar toda la energía que generamos. Una forma que tenemos de perder energía es por las super cies que nos rodean, así como por la respiración, sudación, evaporación, etc.”, concluyó el director técnico de Atecyr. Experimentando el confort: confort acústico Continuando en la línea del confort, Antonio Hidalgo Otamendi, gerente de Cecor, trató el confort acústico. Hidalgo Otamendi comenzó su intervención destacando que “lo importante de la arquitectura son los espacios, la creación de espacios creados por nosotros y dónde pasamos casi el 100% de nuestro tiempo. Por eso es muy importante valorar factores como los visuales, olfativos y acústicos”, a rmó el gerente de Cecor, subrayando que “hay que invertir en lo acústico”. En cuanto a la normativa legal en esta materia, Hidalgo Otamendi admi- tió que, aunque el Código Técnico de la Edi cación pretende minimizar el riesgo de molestias, “no nos asegura el confort, sino un mínimo” y hay que tener en cuenta que “el confort no siempre se identi ca con la eliminación del ruido”. En este sentido, hizo alusión a la importancia que se otorga al ruido en algunos sectores como es el de la automoción, donde “ya están trabajando en el diseño del ruido” y puso como ejemplo a Harley Davidson, quienes, aseguró, “no venden motos, sino ruido”. A continuación, Antonio Hidalgo Otamendi explicó los pasos a seguir para diseñar un sonido. “El primer paso es saber qué ruido queremos tener en función de las preferencias del usuario. Con todos esos pará- Arcadio García Lastra, director técnico de Atecyr. Antonio Hidalgo Otamendi, gerente de Cecor. 24<< CONFORT EN EDIFICACIÓN