y que se encuentra muy por encima de los 48 kWh/habitante de Alemania o los 90-77 kWh/habitante de Francia Este complejo reto al que todas las ciudades se enfrentan como parte de su rehabilitación ha de ser afrontado ne- cesariamente con la ayuda de todos los agentes posibles, tanto públicos como privados, buscando fórmulas que per- mitan reducciones significativas en los consumos de iluminación al tiempo que den respuesta a las nuevas necesida- des de las ciudades. Entre estas formas destaca la gestión de las instalaciones a través de las Empresas de Servicios Energéticos (ESE o ESCO por sus siglas en inglés), definida según la Directiva UE 2006/32/CE como la “persona físi- ca o jurídica que proporciona servicios energéticos o de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones o locales de un usuario y afronta cierto grado de riesgo económico al hacerlo. El pago de los servicios prestados se basará (en parte o totalmente) en la obtención de mejoras de la eficiencia energética y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos”. A través de esta fórmula, las instala- ciones son mantenidas y gestionadas por la ESE, quien se encarga de su explota- ción, garantizando estándares de fun- cionamiento, uso y calidad de servicio, al tiempo que consigue un ahorro energé- tico y económico. Este ahorro deriva de la gestión integral de las instalaciones, basada principalmente en tres aspectos clave: La modernización y rehabilitación energética de las instalaciones La optimización de la conducción y mantenimiento de las mismas Vigilancia continua del sector ener- gético y gestión en la contratación energética. Para la modernización y rehabilita- ción energética de las instalaciones, la ESE necesita realizar inversiones habi- tualmente durante los primeros meses de gestión, que se amortizan con cargo a los ahorros conseguidos. La duración del contrato viene determinada por el volu- men de inversión inicial, siendo frecuen- te encontrar proyectos a 10, 15 e incluso 20 años. Durante la vigencia del contrato el ahorro conseguido se comparte entre la ESE, que lo emplea para sufragar su costo de gestión y amortizar las inversiones rea- lizadas, y el cliente, que percibe un menor gasto por la gestión de sus instalaciones. Una vez finalizado el contrato, el cliente se hace cargo de nuevo de las instalaciones, que puede decidir entre volver a contratar a través de una ESE el servicio, o gestionarlo de manera directa, percibiendo de esta manera el ahorro de manera íntegra. Muchos son los municipios que han optado por esta fórmula para sincronizar los intereses de rehabilitación de sus ins- talaciones de alumbrado exterior y aho- rro energético de las mismas, como el caso de Rivas Vaciamadrid o Villanueva de Perales, ambos en la Comunidad de Madrid y gestionados por Elecnor. illanuea de eales El caso de Villanueva de Perales se trata de un proyecto a 15 años iniciado en 2012 y que involucra tanto a las ins- talaciones de alumbrado público como a los edificios municipales. Las actuaciones en edificios han estado condicionadas por el buen esta- do de las instalaciones de calefacción y climatización, prácticamente nuevas y con poco potencial de ahorro. No así en el caso de la iluminación interior, que ha sido sustituida por iluminación fluores- cente de alta rendimiento que ha per- mitido reducir en un 30% el consumo interior en este concepto. El aspecto más relevante de este pro- yecto es quizá el de las instalaciones de iluminación exterior, cuya renovación ha permitido modernizar y dinamizar los entornos. El carácter tradicional del alumbrado del municipio, rico en faro- les de corte clásico, ha condicionado las actuaciones, que han implicado la adecuación de estos faroles con nuevas y más eficientes ópticas, el montaje de nuevos y renovados faroles de diseño y la sustitución del resto de luminarias por nueva luminarias de última generación, todas con tecnología LED, telecontrol punto a punto, y regulación autónoma. De esta manera se han conseguido los objetivos perseguidos de: Homogeneizar y modernizar estética- mente las instalaciones conjugando diseños clásicos con diseños actuales. Mejorar los niveles lumínicos y el con- fort visual sustituyendo la luz ámbar del vapor de sodio de alta presión por luz blanca. Mejorar la eficiencia energética de las instalaciones, reduciendo el consumo de forma significativa. Reducir las labores de mantenimiento empleando tecnología LED que me- jora en varias veces la vida útil de las lámparas anteriores de vapor de so- dio y vapor de mercurio. La eliminación definitiva de lámparas de vapor de sodio y vapor de mercu- rio, altamente contaminante. RHBN 53