Si la misma ventana la situamos en Sevilla y con la misma temperatura de confort interior, la ventana puede estar ex- puesta al sol en verano a más de 60oC, por lo que el gradiente térmico sería superior a los 39oC. Un 86% más exigente que en un clima frío. De ahí que una buena ven- tana no sólo es necesaria en climas fríos. Desde el punto de vista energético y eco- nómico, es más necesaria en climas cálidos por un mayor gradiente térmico y porque generar frío es mas caro que generar calor. Detengámonos por un momento en las exigencias térmicas que debe cumplir una ventana según su emplazamiento geográfico, especialmente tras la recien- te publicación de la nueva versión del Documento Básico de Limitación de la Demanda Energética del CTE, DB-HE1, el pasado 12 de septiembre. Afortunadamente se han aumentado las exigencias al reducir el valor Uw lími- te, sin embargo, siguen siendo valores que permiten desperdiciar mucha energía, por no decir que valores superiores a 3 W/m2·K es seguir considerando a la ventana como “eso que cierra un hueco en la pared”. Claramente la Administración no ha querido apostar por un ahorro energético real que no deje lugar a dudas, si bien trata de enmendar su tibieza normativa con el Anexo E del DB-HE1 al recomendar Grá ̃co Hemos optado en nuestro país por el despilfarro energético, cuando además tenemos una fuerte dependencia energética exterior. valores perfectamente asumibles por soluciones técnicas disponibles en el mer- cado a precios competitivos. Tal vez la vena técnica del suscrito quiera jugarle una mala pasada y exi- gir demasiado, por lo que sería razonable comparar los nuevos límites que fija en CTE con países comprometidos con el ahorro energético como Francia y Alemania. El siguiente gráfico claramente indi- ca que hemos optado por el despilfarro energético y eso contando que como país tenemos una alta dependencia energética de fuertes exteriores, lo que no deja de ser un riesgo estratégico. Las recomendacio- nes del Anexo E del DB-HE1 nos acercan a la realidad de estos países, pero nos deja todavía un amplio margen de mejora, especialmente en las zonas climáticas, A y B que concentran a gran parte de la po- blación del país y, por tan- to, una mayor demanda de energía. Pero estos países no sólo exigen ventana efi- cientes en sus normati- vas, también impulsan la renovación de ventanas vía impuestos. Llamativo es el caso francés donde se planteó un incremento del IVA de las ventanas del 7% al 10% a partir del próximo año y, mientras los fabricantes de ventanas im- pulsaban campañas promocionales anun- ciando el cambiar las ventanas antes de fin de año para ahorrarse el incremento de IVA, el gobiernos francés ha decidido rebajar el IVA de las ventanas al 5%. ¿Qué pasa en España? El IVA es del 21% y la Administración se escuda en mantener este tipo impositivo porque “... Bruselas no permite reducirlo”. No creo que exista un doble rasero, pero reducir el IVA o estimular el ahorro energético en general o a través de la ven- tana en particular, generaría más recau- dación porque se renovarían más venta- nas o simplemente se reduciría la presión del cliente final sobre el sector incitándole a operar en economía sumergida. Y a esto hay que sumar la generación de empleo y la reducción de las impor- taciones energéticas que lastran la ba- lanza de pagos de la economía del país. Ya en 2010 el CENER publicó un estudio en el que instalar ventanas eficientes en una vivienda media, genera un ahorro anual de 400 € en la factura energética. A alguien le puede parecer poco pero si lo ampliamos a los 20 millones de vivien- das de más de 10 años de antigüedad que existen en el país y susceptibles de me- jorar su eficiencia energética, el ahorro anual asciende a 8.000 millones de euros. Si, un 8 seguido de nueve ceros. En el mismo sentido van los informes del Green Building Council España o las recomendaciones del IDAE para cerra- mientos acristalados, respecto al poten- cial de ahorro que tiene el país. RHBN 51