Artículo Eficiencia energética y sostenibilidad. Carmen Mataix. ALBA Contexto energético global Ing. Consultores www.albaingenieros.com “Si no cambiamos pronto de rumbo, acabaremos allí donde nos dirigimos”. Esta frase del informe “Perspectivas de la energía en el mundo 2011” de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sintetiza perfectamente la necesidad urgente de cambiar las tendencias energéticas mundiales y el riesgo que entraña no hacerlo. El modelo energético actual está basado en el creci- miento constante de la demanda, con un incremento en el consumo de energía primaria de más del 80% en los últimos 30 años (1980-2010), y en el dominio absoluto de los combustibles fósiles, que representan un 80% de la energía primaria consumida en el mundo. A menos que se produzca un cambio radical en las tendencias energéticas mundiales, la situación no tiene visos de cambiar. Las previsiones más conservadoras indican que, en 2035, el consumo mundial de energía será un 40% superior al actual, con la mayor parte de este crecimiento todavía sustentado en las energías fósiles, Fig. 1. Fig. 1.- Perspectivas de crecimiento de la demanda mundial en energía mundial (Fuente: AIE, 2011. Elaboración: Repsol, 2012) En este futuro de demanda energética, los países emergentes serán los grandes protagonistas: el 90% del alza de la demanda de energía de los próximos 25 años será atribuible a los países no pertenecientes a la OCDE, con China a la cabeza, que consolidará su primera posición en el ranking energético y, en 2035, utilizará un 70% más energía que EEUU, aunque con un índice per cápita de la mitad, Fig. 2. Retos globales del modelo energético La gran dependencia de las energías no renovables, su agotamiento y progresiva escasez, los prime- ros efectos del cambio climático y una sociedad energéticamente cada vez más consumista, no son circunstancias que permitan afrontar el futuro con optimismo. Los propios elementos característicos del mo- delo energético actual ponen de manifiesto que los tres pilares de la sostenibilidad energética (seguridad energética y competitividad, equidad social y reduc- ción del impacto ambiental) están amenazados. Una economía basada en el crecimiento exponencial de los consumos de recursos energéticos finitos (gas, carbón y petróleo), antes o después, verá seriamente comprometida su competiti- vidad por el previsible crecimiento tendencial que experimentarán sus precios, con el riesgo añadido de interrupción de suministro ante eventuales situaciones de conflicto en el caso de las econo- mías energéticamente muy dependientes del exterior. En el plano ambiental, las consecuencias del cambio climá- tico equivalen a la pérdida de, al menos, un 5% del PIB y podrían alcanzar el 20%. Y este efecto tiene su origen en el modelo ener- gético actual: casi el 65% de las emisiones de GEI proviene de la quema de combustibles fósiles y el 24% de la producción eléctrica. En cuanto a la dimensión social, la energía moderna juega un papel determinante en el desarrollo de los pueblos y es un medio para reducir la extrema pobreza en los países en desarrollo. Pero el modelo energético vigente es extremadamente injusto e impone grandes desigualdades en el acceso a la energía. Más de 1.500 millones de personas -el 20% de la población mundial- no tienen acceso a la electricidad, mientras que otro 20% consume más del 75% de toda la energía disponible. En definitiva, la insostenibilidad del modelo hace necesario la puesta en marcha con celeridad de medidas que conlleven una profunda transformación. La seguridad energética, la amena- za del cambio climático y la necesidad de satisfacer la creciente demanda de energía, especialmente en el mundo en desarrollo, plantean, en conjunto, importantes desafíos a los que hay que hacer frente, Fig. 3. El sistema energético en España El sistema energético español presenta rasgos de insostenibilidad muy similares a los del modelo energético global, pero con caracte- rísticas y circunstancias específicas que agravan sus problemas y le hacen particularmente vulnerable. Fig. 2. - Consumo de energía primaria por regiones (quad Btu). (Fuente: AIE, 2011) RHBN 28