Por otra parte, la industria química es también ejemplo de una industria sólida en la generación de empleo de una elevada de calidad en términos de salario y estabilidad, al proporcionar empleo directo a 205.200 personas, cifra que alcanza los 700.000 si contamos los empleos indirectos e inducidos. Con un sueldo medio de 37.500 euros y el 93% de contratos indefinidos, es un referente en la generación de empleo estable, cali- dad y elevada cualificación. Especialmente destacable está siendo el comporta- miento del sector químico durante la crisis del COVID-19, en la que ha tenido un papel estratégico como provee- dor de productos de alta demanda para hacer frente a la pandemia. En ella, se volcó desde su inicio aumentando su capacidad productiva y readaptando en muchos casos sus líneas de producción a la fabricación de gases medicinales, como el oxígeno; productos farmacéuticos, antisépticos o productos biocidas para la potabiliza- ción del agua, como el cloro, o para la desinfección y limpieza, como la lejía o el agua oxigenada; materias pri- mas plásticas para fabricar jeringuillas, bolsas de suero, respiradores o productos quirúrgicos o para envasar alimentos; así como polímeros y fibras sintéticas para la fabricación de EPIs, entre otros muchos productos y materiales que han sufrido un crecimiento exponencial de su demanda. Desde el punto de vista económico, el sector se ha desenvuelto con solvencia al tratarse precisamente de una industria declarada como estratégica en esta crisis. Si bien se ha visto afectada por el desplome de dos de sus principales sectores demandantes, como son la automoción y la construcción, ha logrado mantener el 95% de su actividad productiva habitual, incluso en el contexto de mayor endurecimiento de las condiciones para el desarrollo de la actividad económica general del país. La industria química es líder también en innovación. De hecho, es el sector industrial que actualmente destina más recursos a esta área, acumulando en sus empre- sas un 26% de las inversiones que la industria española dedica en su conjunto, hasta los 2.800 millones de euros anuales. También lidera el empleo de personal investigador, ya que uno de cada cinco investigadores contratados por la industria lo hace en una empresa del sector químico y el 64% de las empresas del sector son innovadoras, más del doble que la media industrial (25,6%) y siete veces más que el sector de la hostelería. Otro de los principales rasgos del sector es su carácter transversal, pues interviene en prácticamente todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras. El 98% de las actividades productivas requieren de la quí- mica en algún punto del proceso de fabricación, ya sea en los ámbitos de la salud, el consumo, la movilidad, la construcción, la alimentación o la energía. De ahí, que se trate de una industria esencial y estratégica para garantizar el funcionamiento y desarrollo de nuestra sociedad actual. • ASOCIACIONES 31