BOMBAS Y VÁLVULAS La demanda de gas natural está aumentado de manera indis- cutible en Europa: sobre todo durante la fase de abandono de la energía nuclear y las formas de energía intensivas en CO . Según el Arbeitsgemeinschaft Energiebilanzen (AG 2 Energiebilanzen, grupo de trabajo sobre equilibrios energéticos), el consumo de gas natural en Alemania, por ejemplo, que repre- sentaba un 20,9% del mix energético total, se elevó al 22,6 % en 2016. Con un crecimiento del 9,5%, el gas es la energía primaria cuyo consumo ha aumentado más, seguido de las renovables con un crecimiento del 2,8%. La UE tendrá que importar más gas El suministro de gas es un asunto muy importante en casi toda Europa. “En el futuro, la Unión Europea tendrá que importar una cantidad de gas natural cada vez mayor para atender la demanda de su mercado interno. Por este motivo está aumentando la demanda de parques de tanques de gas natural adicionales”, explican las empresas Astora y EWE, socios del proyecto de la caverna de alma- cenamiento de gas natural de Jemgum. El almacenamiento de gas desempeñará un papel esencial en la consolidación del proyecto de transformación del sistema energé- tico, “ya que constituye la única forma de almacenar químicamente la energía sobrante de las renovables (el viento y el sol) en forma de hidrógeno o metano verde y de mitigar las oscilaciones en el balance”, afirma Maurice Walter, director de ventas y servicios de Hartmann Valves. Dicho de otro modo: cuando el viento no sopla y el sol no brilla, el gas compensa las fluctuaciones de producción de las energías renovables. “El almacenamiento garantiza unos niveles de disponibilidad estables y la flexibilidad de uso de la fuente de energía”, destaca Astora. Almacenamiento de gas durante el verano La planta de almacenamiento alemana de Wolfersberg cumple una función muy importante. Durante el verano, el excedente de gas importado se almacena en la planta, situada en Alta Baviera, y durante el invierno se introduce en la red. Wolfersberg cuenta con una capacidad de almacenamiento máxima de 140.000 Nm3/h, una capacidad de retirada máxima de 240.000 Nm3/h y un volumen útil de gas de 365.000.000 Nm3. Sus instalaciones suministran energía de forma activa a la ciudad de Múnich. No obstante, las antiguas válvulas de cierre de la planta de alma- cenamiento de gas natural de Wolfersberg, en funcionamiento desde 1973, tuvieron que ser sustituidas. Para garantizar un nivel de seguridad ultra alto y la máxima disponibilidad, Hartmann Valves desarrolló unas válvulas esféricas dobles muy compactas que no solo eran extremadamente estancas sino que, además, resolvieron el problema de limitación del espacio. Estas válvu- las desempeñan un papel muy importante en las instalaciones: “Debemos poder aislar cada componente de la planta que requiere reparación o mantenimiento. Dos válvulas de cierre intermedias que permiten sustraer la presión actúan como ais- ladores. De este modo nos aseguramos al 100 % de que no entre gas en la zona en cuestión”, señala Markus Schuster, el director de operaciones de DEA. 13 MÁXIMA PROTECCIÓN Y CONFORT EN CADA PROCESO info@desul.es | 952 040 949 www.desul.es