TRIBUNA DE OPINIÓN Antolín Aldonza Moreno, representante de Asagua y de la PTEA Presente y futuro del agua en España Como representante de la Asociación Española de Empresas de Tecnologías del Agua (Asagua) y de la Plataforma Tecnológica Española del Agua (PTEA), y apoyado en su amplia experiencia en este sector, Antolín Aldonza Moreno ofrece en este articulo una extraordinaria radiografía de la situación que atra- viesa actualmente esta industria y de los próximos retos a los que tendrá que enfrentarse. El mundo del agua ha estado y está sometido a las fuertes tensiones que se derivan del precario estado de salud de la inversión, que ha venido a menos a partir del año 2007, hasta el punto que hoy es la mitad de entonces. Las esperanzas puestas al comienzo de cada ejercicio en el incremento tan necesario de las dotaciones presupuestarias para inversiones, se han venido tornando sistemáticamente en desilusiones. Prueba de ello es la evolución del esfuerzo inversor (Inv/PIB en %) y la consiguiente del Stock de capital público. A salvo de opiniones mejor fundadas, para nosotros, la causa de esta situación hay que residenciarla en la decisión de cargar al máximo posible sobre la inversión el ajuste scal que imponen las condiciones del entorno político, hasta el punto de que el cierre económico del ejercicio 2016 tuvo lugar en el mes de julio; decisión que afectó nota- blemente a los Departamentos inversores. Si tenemos en cuenta que los presupuestos por el momento están pro- rrogados y que los compromisos de gasto no pueden superar el 80%, llegamos a la conclusión de que la situación para la inversión “no pinta bien”, a no ser que pronto se aprueben los nuevos PGE y sean generosos, y eso ha de suceder lo antes posible, porque el proceso Fuente: Fundación BBVA-Ivie e Instituto Nacional de Estadística (INE). 56<< de contratación es largo. En cualquier caso podemos considerar que 2017 está perdido a efectos de ejecución de los nuevos contratos, si los hubiera, pero no cabe duda de que en este caso se reactivaría el sector al contar con cartera. Todo esto tiene consecuencias en el ámbito del agua y afecta tanto a la construcción y servicios, como a la I+D+i. España domina el arte de la construcción al poseer empresas y profe- sionales muy bien capacitados, que desde tiempo atrás han ido por el mundo demostrando su pericia, y también por el mismo motivo cuenta con un talento en I+D+i excepcional, de lo cual dan fe los resultados obtenidos allende nuestras fronteras por los distintos agentes que se dedican a estas labores; así en las convocatorias WATER y H 2020, 2014-2015, su papel ha sido muy meritorio, hasta el punto de que en las WATER España ocupa la primera posición. El sector del agua, por la alta especialización que requieren las infraestructuras, necesita de ambas actividades, construcción y conocimiento, que en muchos aspectos son interdependientes. Las empresas constructoras, si quieren ser competitivas, han de tener una base tecnológica muy potente que adquieren desarrollando proyectos de I+D+i, solas o en colaboración con el resto de los agentes, de ahí que sus vicisitudes afecten también a esos colaboradores y por tanto que las restricciones presupuestarias en inversión las sufran ambos subsectores, dado que la I+D+i es inversión, o lo que es lo mismo un gasto con retorno del que surge una nueva realidad. Es importante cambiar la imagen social de ambos, pues las empresas constructoras se asientan sobre bases tecnológicas y los agentes del conocimiento consiguen resultados aplicados. Ni aquellas son meros ejecutores, ni estos sabios distraídos.