Durante los cuarenta años que han transcurrido desde aquel trabajo de verano, la tecnología y la seguridad en la industria del petróleo y gas han progresado exponencialmente. Sin embargo, la protección auditiva continúa siendo un desafío. El personal móvil, la dependencia de los contratistas y la exposición intermi- tente al ruido resultan problemáticos a la hora de hacer cumplir las normas de protección auditiva correctas. Datos recientes de la Autoridad de Seguridad Petrolera de Noruega (Petroleum Safety Authority of Norway) muestran que al menos el 37% de los trabajadores en la producción de petróleo en alta mar se ven afectados por el ruido hasta cierto punto1 y la Agencia Ejecutiva para la Salud y Seguridad (HSE) del Reino Unido informa asi- mismo, que la pérdida de audición sigue siendo uno de los riesgos de salud más comunes para los trabajadores en alta mar. Durante muchos años, la cultura que invadía los yacimientos petrolíferos imponía el uso de cascos, pero los tapones de oídos eran opcionales. El precio que se pagó es la alta tasa de pérdida de audición en esta industria. A continuación se muestran cuatro formas de asegurarse que la pérdida de audición se convierta en una cosa del pasado en la industria del petróleo y el gas. 1. Elegir una protección que permite la comunicación Un importante estudio ha demostrado que la principal razón por la que los trabajadores no usan tapones de oídos de una manera mucho más sistemática es porque interfieren en la comunicación Seguridad en oil & gas y el rendimiento en el trabajo3. En un lugar de trabajo ruidoso repleto de señales de advertencia y equipos en movimiento, la excusa más común para no usar protección auditiva es “Prefiero perder audición que perder la vida”. Esta actitud es particularmente frecuente en la industria del petróleo y el gas. Si un trabajador siente que los tapones le están aislando de sus compañeros de trabajo y de las señales de advertencia, evitará ponérselos o simplemente se los colo- cará sin introducirlos correctamente, obteniendo una protección mínima. Sin embargo, es un mito asumir que la comunicación y la protección auditiva no pueden coexistir. Los estudios muestran que los niveles de comunicación mejo- ran en la mayoría de los trabajadores que usan protectores en ambientes con niveles de ruido elevados. Actualmente, existen protectores auditivos que reducen las interferencias en la comu- nicación y la sobreprotección de los protectores convencionales. Los empleadores deberían ofrecer a sus trabajadores una gran variedad de protectores auditivos diseñados con “atenuación uniforme” a través de las diferencias frecuencias, que les per- mitan expresarse y comunicar más fácilmente. Se han diseñado diferentes tapones auditivos y orejeras para maximizar la comunicación mediante la atenuación uniforme, permitiendo a los trabajadores oír sonidos importantes (com- pañeros de trabajo, señales de advertencia, sistemas de radio y comunicación, sonidos de mantenimiento de las máquinas) de 71