122 NANOPARTÍCULAS Película de 20 nm de espesor, de polímero conductor transparente, poli (3,4 etilenodioxitiofeno) obtenida por deposición química de vapor. La toxicología de nanopartículas requiere conocer el ta- maño de la partícula y su grado de agregación. En el suero de la sangre diferenciamos con el microscopio las partículas fluorescentes, que afectan a la salud. Cuando nanopartículas de oro absorben proteínas, aumentan de tamaño, y podemos medir ese incremento, por ejemplo la partícula ha pasado de medir 30 nm a 40 nm. Podemos contar incluso los virus, los que infectan y los que no infectan y su estado de agregación. A veces solo 1% de los virus es infeccioso. Las partículas como virus ni son infecciosas, ni contienen ácido nucleico. El micro- horno de nanopartículas en Medicina obtiene polvos secos de hidroxiapatita, óxido de zinc y de circonio. Exosomas y microvesículas son segregadas por diversos tipos de células; contienen proteínas, que indican su ori- gen celular, e incluso contienen microRNA. Están impli- cadas en un número de enfermedades degenerativas, como cáncer y enfermedades neurológicas. No se pue- den detectar por la citometria de flujo, pero el método Nanosight NTA permite conocer su número y grado de concentración. Los exosomas se pueden marcar con luz fluorescente. En ecotoxicologia podemos contar hasta 10 millones de nanopartículas por mililitro, si usamos luz fluorescente. Pese al escepticismo admitimos ahora la existencia de na- noburbujas, estudiadas especialmente en Japón. Allí han medido la suspensión de nanoburbujas, 10 millones por mililitro, una concentración que no preocupa. Las nanobur- bujas se pueden usar para administrar medicamentos. Alotropía En la nanociencia nos encontramos con la alotropía: un elemento químico (el carbono) se presenta de diferentes formas cristalinas y moleculares: diamante, grafito, gra- feno, carbono amorfo, nanotubos de carbono, carbono ví- treo, nanoespuma de carbono. El diamante industrial es diferente del diamante gema, de joyería. El grafito de un lápiz lo podemos convertir en diamante, de alto valor eco- nómico. Basta someter el grafito a altas temperaturas y presiones. El diamante sintético fue inventado en 1950. Cada átomo de carbono en un diamante está unido covalentemente a otros 4 átomos de carbono, dispuestos en un tetraedro. Los tetraedros juntos forman una red tridimensional de anillos de carbono de 6 miembros (similar al cicloexano) permitiendo que haya tensión de ángulo de enlace cero. Esta red estable de enlaces covalentes y anillos hexago- nales es la razón de que el diamante sea increíblemente duro. El diamante se podría usar como semiconductor para construir microchips, en cambio el grafito es un ex- tecnología