29 Introducción La preocupación por la cantidad de energía con- sumida (y potencialmente derrochada) por las instalaciones industriales en Estados Unidos llegó oficialmente a los niveles más altos del Go- bierno Federal el 30 de agosto de 2012, cuando el presidente Barack Obama firmó una Orden Presidencial titulada ‘Aceleración de la inversión en eficiencia energética en el sector industrial’. Tenien- do en cuenta que el sector industrial supone más del 30 por ciento de toda la energía consumida en Estados Uni- dos, la Orden Presidencial establece pautas según las cua- les el incremento de la eficiencia energética industrial puede suponer beneficios para fabricantes, instalaciones y consumidores, mientras que, al mismo tiempo, se me- jora el sistema energético nacional, junto con la competiti- vidad y la creación de empleo en América. La Orden Presidencial confirma lo que todos los operarios y directivos de instalaciones de fabricación industriales saben desde hace más de una década: la definición mo- derna de una tarea de fabricación industrial de éxito no es solamente la que satisface los cupos de producción. De hecho, puesto que los costes de las instalaciones han ido creciendo uniformemente, a la par que la concienciación ambiental ha pasado a un primer plano, una tarea industrial de éxito es, ahora, la que satisface los cupos de producción requeridos de la forma más rentable posible, además de ecológica. A su vez, en Europa, se están implementando nuevas di- rectrices de la UE que van en el mismo camino. El objetivo de la Directiva de ecodiseño ErP es lograr haber reducido en el 2020 un 12% el consumo energético del 2007 de las máquinas consumidoras. Las bombas, que ocupan el segundo lugar entre las máquinas más utilizadas del mundo, desempeñan una función fundamental en las ta- reas industriales en todo el mundo y en una am- plia gama de sectores, desde la producción química y la minería hasta el tratamiento de aguas/aguas residuales y aplicaciones higiénicas. De hecho, según la Oficina de Efi- ciencia Energética y Energías Renovables del Departamen- to de Energía de EE UU (EERE), los sistemas de bombeo suponen entre el 27 y el 33 % de la electricidad total utili- zada y consumida en el sector industrial. Vista transversal del sistema de distribución de aire Pro-Flo Shift de Wilden. Una vez reconocida la importancia de los sistemas de bom- beo en las aplicaciones industriales, el Instituto Hidráulico ha encargado la redacción de ‘Optimización de los siste- mas de bombeo: Una guía para mejorar la eficiencia ener- gética, la fiabilidad y la rentabilidad’, donde se incluyen instrucciones sobre cómo facilitar que los operarios pue- dan reconocer un uso ineficiente de la energía en sus ta- reas y los pasos que deben seguir para eliminar estas ineficiencias. Los operarios deben ser plenamente cons- cientes de que los costes iniciales de adquisición e insta- lación de un sistema de bombeo nuevo suelen ser solamente una pequeña parte del coste total de su funcio- namiento a lo largo de su vida útil. De hecho, durante los 15 ó 20 años que funciona un sistema de bombeo típico, son los costes habituales de energía, mantenimiento y otros gastos periódicos los que suponen la parte principal del coste total (LCC: Life Cycle Cost). Por lo tanto, maxi- mizar la eficiencia a la hora de diseñar y manejar un siste- ma de bombeo repercute en el interés de las instalaciones y de los clientes, además de en el medio ambiente. Los fabricantes de bombas son conscientes de la impor- tancia que tienen sus productos en el sector y han hecho un gran esfuerzo para diseñar y desarrollar equi- pos de bombeo que satisfagan la cre- ciente necesidad de eficiencia energética y de unos Piloto de control de aire del sistema Pro-Flo Shift de Wilden. publirreportaje