28 CO2 CO2: de residuo a recurso Las plantas pueden ayudar a capturar el CO2 industrial y transformarlo en una fuente de energía. Para ello se investiga cómo los gases que emiten las refinerías influyen en la producción de biomasa de ciertos cultivos energéticos para ser utilizada de nuevo en las propias instalaciones industriales. Con la fertilización carbónica se busca cerrar el ciclo y convertir el CO2 emitido en un recurso, en vez de en un residuo, como señala Repsol en este artículo. Las acciones para reducir las emisiones de CO2 avanzan en diversos frentes: mejoras en eficiencia energética, tecnologías para la captura y el almacenamiento geo- lógico, y producción de fuentes renovables. Como parte de este último campo se investiga cómo generar bioenergía a partir del CO2 producido por la industria y el transporte. Con ello, se persigue un doble objetivo: el secuestro del dióxido de carbono por los vegetales para evitar que llegue a la at- mósfera y el aprovechamiento energético de esa biomasa. Captura por fertilización carbónica “Este tipo de estudios nos enseñarán a dar un uso ener- gético al CO2 que estamos produciendo en exceso, a través de la generación de biomasa. Por su propia naturaleza, las plantas emplean la energía del sol para sintetizar azúcares a partir del CO2 y el agua”, explica Ángela Esteban, inves- tigadora especializada en bioenergía del Centro de Tecno- logía Repsol (CTR). Esta capacidad de los vegetales para absorber y fijar el dióxido de carbono es un mecanismo clave de nuestro ecosistema para regular de manera natural la concentración de O2 en la atmósfera. La llamada fertilización carbónica se basa en la capacidad de ciertas plantas para aumentar su productividad a partir de elevadas concentraciones de CO2. “La teoría nos dice, y la práctica también, que si aplicamos más CO2 al am- biente donde crecen las plantas, podemos obtener mayo- res producciones”, continúa Ángela Esteban. panorama