5 Director Ibon Linacisoro Redactora Jefa Nerea Gorriti Redactor Jefe Delegación Madrid David Muñoz Equipo de Redacción Esther Güell, David Pozo redaccion_quimica@interempresas.net Edita nova àgora, s.l. Amadeu Vives, 20-22 08750 Molins de Rei (Barcelona) Tel.936802027-Fax936802031 Delegación Madrid Centro de Negocios Eisenhower, edificio 4, planta 2, local 4 Av. Sur del Aeropuerto de Barajas, 38 28042 Madrid - Tel. 91 329 14 31 Director General Albert Esteves Castro Director Adjunto Àngel Burniol Torner Director Técnico y de Producción Joan Sánchez Sabé Director Comercial Aleix Torné Navarro Director ejecutivo Ángel Hernández Director de operaciones y proyectos Ricard Vilà Publicidad comercial@interempresas.net Administración administracion@interempresas.net Suscripciones A través de internet: www.interempresas.net/suscripciones Por correo electrónico: suscripciones@interempresas.net Por teléfono: 936 802 027 www.interempresas.net Tirada y difusión de la revista audiencia de internet auditadas por: Nova Àgora es miembro de: Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de cualquier apartado de la revista. D.L. B-25.481/99 / ISSN 1578-8881 Fuga de cerebros Ahora que tanto se habla de las becas Erasmus, es buen momento para recordar que no sólo los estudiantes están saliendo de nuestro país, que también se está produciendo un éxodo incesante de profesionales altamente cualificados que, ante la falta de expectativas que hay en el mercado español, están cogiendo las maletas para buscar un futuro mejor fuera de nuestras fronteras. El sector químico no es ajeno a este proceso y cada vez son más los profesionales de esta industria que han decidido iniciar una nueva aventura profesional en empresas, instituciones o laboratorios foráneos. Así lo confirma Ernesto Castañeda, presidente de la Aso- ciación Nacional de Químicos en España (Anque), en una entrevista concedida a Interempresas: “La falta de horizonte laboral en España –señala– está propiciando la salida de nuestros profesionales a otros países, particularmente del entorno eu- ropeo”, alertando además de que el retorno de estos profesionales a nuestro país será muy problemático incluso una vez superada la crisis. La caída de inversión en I+D que se viene produciendo en nuestro país desde hace años, tanto a nivel público como privado, va a tener consecuencias que se prolon- garán en el tiempo mucho más allá de la propia situación de depresión económica. Y éste es un claro ejemplo de ello. A todos estos químicos que están saliendo de nuestro país buscando nuevas oportunidades de trabajo, una vez que las encuen- tren, será difícil recuperarlos, aunque aquí nuestra economía vaya mejorando. Nuestro país está perdiendo esa masa gris que es tan importante para liderar los mercados, esa capacidad de innovación y de diferenciación que sólo puede surgir del personal más preparado. Y paradójicamente, buena parte de estos ‘emigrantes’ son profesionales que han sido formados en las universidades españolas, aprove- chando incluso fondos públicos, pero de cuyas capacitaciones se van a aprovechar entidades de otros países, con las que pueden estar compitiendo las empresas españolas. La responsabilidad de esta situación, como es lógico, no es de estos químicos que lícitamente se buscan la vida allí donde les sale una oportunidad. La responsabili- dad es de todos aquellos, incluida la administración pública, que no han visto, o no han querido ver, en la industria química un sector estratégico, cuando en reali- dad no hay nada en la vida y en nuestra sociedad que no esté relacionado con la química. Esperamos que más pronto que tarde, se den cuenta de esta grave equi- vocación y procedan a minimizar el daño que se le está haciendo a este país. Ahora más que nunca, cuando desde numerosos ámbitos se habla de la sosteni- bilidad como el concepto que debe guiar la evolución de nuestra sociedad, la quí- mica tiene mucho que aportar, y no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde las vertientes social y económica. Por ello, es el momento de corregir errores, de poner los medios para evitar que la ‘fuga de cerebros’ en el sector químico vaya a más y de intentar, en la medida de lo posible, recuperar para nuestro país a todos aquellos profesionales que salieron en busca de un futuro mejor. editorial