82 ENTREVISTA ¿Qué es la Fundación Maite? La Fundación Maite –Medio Ambiente, Innovación y Tecnología– es una organización privada sin ánimo de lucro, que promueve que las instituciones públi- cas y privadas que gestionen laboratorios en el ám- bito de la docencia y la investigación, apuesten por instalaciones funcionales y seguras con criterios de sostenibilidad. La fundación ha iniciado varios pro- yectos, entre ellos, la creación de la Red Española de Laboratorios Sostenibles, una plataforma de tra- bajo en la que están presentes todos los grupos de interés relacionados con el ámbito científico, y cuyo objetivo es definir los modelos de referencia de la- boratorio sostenible. Otro punto importante es el aislamiento de un edificio de laboratorios. Por ahí se pierde mucho dinero, y si además se utilizan energías fósiles, se genera un impacto me- dioambiental importante. Por ello, es fundamental cono- cer los materiales, cómo se construye, conocer su huella ecológica. No tiene razón de ser que, por ejemplo, en Ga- licia, en lugar de granito de origen gallego utilicemos már- mol de Arabia Saudí. ¿Y el consumo de agua? El instrumental de laboratorio produce mucha dispersión térmica, se produce mucho calor. Muchos de estos apa- ratos se ponen en agua, por tanto su consumo es increí- ble en estos entornos. Ahora existen técnicas, a través de chíllers que hacen que el consumo se controle, con reducciones del 70 y 80%. Si una empresa crea un laboratorio sostenible, ¿de qué manera lo puede identificar, certificar? Existen diferentes certificados para edificios, que se asemejan a lo que nosotros perseguimos, por ejemplo LEED. Son certificados orientados al consumo energé- tico. DGMB es una certificación europea, no americana, y la única que colabora con nosotros para desarrollar una certificación en laboratorios. Con AENOR, por ejemplo, colaboraremos en una certificación ad hoc para laboratorio. Un vez construido, también será importante cómo se gestione para que siga siendo sostenible... Efectivamente, de ahí la importancia de anticiparse en la fase de diseño. Cuando se proyecta un edificio de labora- torio hay que tener un buen ‘lab planner’, que debe pensar en todo el ciclo de vida. Un ejemplo, cada día los edificios son más acristalados para que entre la luz, pero asumir los costes de limpiezas de esas torres de cristal, es caro. Que entre la luz está muy bien, pero olvidémonos de tanto cris- tal, apostemos por un buen aislamiento y por parapetos u otros elementos que permitan unas limpiezas más senci- llas. Y eso hay que preverlo en la fase inicial. También es importante organizar el mantenimiento en la misma fase de diseño. ¿Qué quiere decir? No podemos ni imaginar lo que cuesta parar una planta farmacéutica. Si diseñamos un falso techo practicable, por ejemplo, que permita a una persona caminar sin en- trar en el laboratorio, y hacer el mantenimiento, se aho- rraría mucho. Por otro lado, encontramos muchas empresas de mantenimiento no especializadas en el mundo de laboratorio, lo que conlleva un riesgo de segu- ridad. Se requiere una formación específica, hay protoco- los... Hay que legislar en ese sentido. ¿Ven interés por parte de las empresas españolas de crear laboratorios sostenibles? Sin lugar a dudas. El leiv motiv de una empresa es ganar dinero. De forma paralela, estas medidas hacen que se reduzca el impacto medioambiental con lo cual están muy interesados. Aunque de entrada se requerirá una inver- sión, ésta es fácilmente amortizable. Les interesa. ¿Por qué no hay más? Los habrá, pero de momento se encuentran un poco perdidos. Entonces los existentes no son sostenibles... Si tú vas al departamento de prevención de cualquier quí- mica o farmacéutica que tenga laboratorios, el 80% de las veces no cumple las normativas europeas actuales y no porque no quieran cumplirlas... ¿Por qué? Las normativas cambian continuamente. No tienen tiem- po, no tienen personal, no tienen recursos suficientes para estar al día. I panorama