BIOPLÁSTICOS La capacidad de producción mundial de bioplásticos aumentará de unos 2,1 millones de toneladas en 2018 a 2,6 millones de toneladas en 2023. Biopolímeros innovadores como el PLA (ácido poliláctico) y los PHA (polihidroxialcanoatos) están impulsando este crecimiento. Los PHAs son una importante familia de polímeros que ha estado en desarrollo durante un tiempo y que está entrando en el mercado a una escala comercial mayor, con capacidades de producción que se cuadruplicarán en los próximos cinco años. Estos poliésteres son de base biológica, biodegradables y presentan una amplia gama de propiedades físicas y mecánicas. Las capacidades de producción de APA se duplicarán para el año 2023. El PLA es un material muy versátil que presenta excelentes propiedades de barrera. Los grados de PLA de alto rendimiento son un reemplazo ideal para varios plásticos convencionales a base de fósiles como PS (poliestireno) y PP (polipropileno). Los plásticos no biodegradables a base de bio- combustibles, como el PE (polietileno) y el PET (politereftalato de etileno) a base de biocombusti- bles, así como las poliamidas (poliamidas) a base de biocombustibles, representan en la actualidad alre- dedor del 50 por ciento (1 millón de toneladas) de la capacidad de producción mundial de bioplásticos. Se prevé que la producción de PE de base biológica siga creciendo a medida que en los próximos años entren en funcionamiento nuevas capacidades en Europa. Sin embargo, las intenciones de aumentar la capaci- dad de producción de PET con base biológica no se han cumplido al ritmo previsto en años anteriores. En su lugar, el foco se ha desplazado hacia el desa- rrollo del PEF (polietileno furanoato), un nuevo polímero que se espera que entre en el mercado en 2023. El PEF es comparable al PET, pero tiene una base totalmente biológica y, además, presenta pro- piedades térmicas y de barrera superiores, lo que lo convierte en un material ideal para las botellas de bebidas. En 2023, se espera que el polipropileno biobasado entre en el mercado a escala comercial con un fuerte potencial de crecimiento. Los envases siguen siendo el mayor campo de aplica- ción de los bioplásticos, con casi el 65% (1,2 millones de toneladas) del mercado total de bioplásticos en 2018. Los datos también confirman que los materiales bioplásticos ya se están utilizando en muchos otros sectores, incluidos los textiles, los bienes de consumo y las aplicaciones en el sector de la automoción y el trans- porte, así como en el sector de la agricultura y la horticultura. Asia sigue siendo un importante centro de producción, donde se produce actualmente más del 50% de los bioplásticos. En la actualidad, sólo una quinta parte de la capacidad de producción se encuentra en Europa. Se prevé que esta proporción aumente hasta el 27% en 2023. El crecimiento previsto se verá respaldado 23 Bolsa hecha a partir de caña de azúcar de Braskem. El foco se ha desplazado hacia el desarrollo del PEF (polietileno furanoato), un nuevo polímero que se espera que entre en el mercado en 2023