MEDICINA 56 interés los apósitos híbridos que combinan polímeros sintéticos y naturales [31]; por ejemplo, films semi impermeables de nylon (PA) y poliuretanos con recubrimientos acrílicos o de quitosano, con excelentes propiedades frente a heridas que requieren una correcta humectación [32]. De igual manera, las gasas activas capaces de absorber gran cantidad de líquido son de gran interés para tratar quemaduras y otras heridas supurantes [30]. Los hidrocoloides poliméricos y derivados celulósicos, por su parte, evitan la proliferación de microorganismos y aceleran el proceso de sanación, gracias a la liberación controlada de fármacos [33] cicatri- zantes o antisépticos. En otro orden, y en contacto con la piel de forma intermitente, nos encontraríamos con órtesis y prótesis externas para, por ejemplo, miembros amputados. La irrupción de los materiales poliméricos en el sector supuso una revolución en cuanto a prestaciones para el paciente. El uso de liners de poliuretano o silicona [34] y de resina reforzada con fibra de carbono para encajes o pies almace- nadores de energía ha permitido reducir el peso de las prótesis y ha aumentado el confort general de los pacientes, barriendo gran parte de sus limitaciones. Adicionalmente, la incursión de la impre- sión 3D ha permitido personalizar las prótesis convirtiéndolas en un elemento de moda más, eliminando el estigma del amputado en gran medida [35]. Aplicaciones quirúrgicas generales Desde que se empleara el polimetil metacrilato para reparar daños en la córnea de soldados alemanes durante la II Guerra Mundial, se comprobó el potencial de los polímeros en usos en implantes y todo tipo de cirugías invasivas. De todos ellos, no obstante, el campo preferente ha sido el de las suturas. Hoy en día, además de fibras poliméricas sintéticas de poliéster, poliamida o polietileno y natu- rales no reabsorbibles como algodón o seda [36], son habituales las suturas bioabsorbibles basadas en polímeros biodegradables como ácido poliláctico (PLA), ácido poliglicólico (PGA), policaprolactona (PCL) y copolímeros de los mismos con diferentes ácidos natura- les [37]. En este sentido, la eclosión de los polímeros ha permitido encontrar soluciones adhesivas [38] capaces de sustituir satisfacto- riamente a las suturas en muchos casos. Los adhesivos más clásicos se basan en una evolución de los convencionales compuestos por poliuretanos, derivados de isocianatos y poliésteres biodegradables y reabsorbibles como la PCL [39]. Entre los más empleados actual- mente se encuentran polímeros basados en fibrina y trombina, si bien las alternativas incipientes basadas en heparina, gelatina, colá- geno o diversos polisacáridos de origen natural o sintético [40]son cada vez mayores. Por otro lado, son de uso habitual también las mallas quirúrgicas [41], basadas en polímeros altamente inertes y de baja fricción como el PP, PTFE que poco a poco están siendo sustituidas por las mallas de polifluoruro de vinilideno (PVDF) debido a una respuesta de rechazo inferior [42]. Finalmente, cabe destacar toda una serie de aplicaciones quirúr- gicas implantadas desde hace años, aunque no por ello menos importantes. Estas aplicaciones médicas no son otras que el uso de polietilenos de ultra alta densidad (UHMWDPE) en las prótesis de cadera [43], o los cementos óseos basados en polímeros acrílicos [44] empleados en su implantación, así como los stents fabricados con poliésteres biodegradables [45] o válvulas cardíacas basadas de polímeros hidrófobos e hidrófilos, como poliaril sulfonas, polisu- fonas, poliétersulfonas o polivinil pirrolidona. También son comunes aquellas aplicaciones dedicadas al transporte de diferentes fluidos, donde elastómeros de poliuretano (TPU) y siliconas son los materia- les con mayor presencia. Aplicaciones in vivo temporales Como se ha expuesto anteriormente, la versatilidad de los polímeros permite cubrir una serie de necesidades muy específicas y concre- tas. Éste es el caso de los catéteres, que requieren una flexibilidad y propiedades mecánicas críticas para su correcto desempeño. Los catéteres vasculares, inicialmente fabricados en PVC, han sido a día de hoy sustituidos por TPU y siliconas [21],21 debido a los proble- mas de migración ya mencionados [25]25. Éstos, a su vez, incluyen aditivos antimicrobianos o son funcionalizados superficialmente con cadenas poliméricas altamente hidrófilas, como el polietilen glicol (PEG), para evitar la adsorción de proteínas en superficie. Otros materiales empleados en catéteres son el polietileno de alta densidad (HDPE) o politetrafluoroetileno (PTFE), debido a su bajo coeficiente de rozamiento, que facilita su inserción como catéter guía, así como poliésteres o poliamidas (PA) habitualmente emplea- dos en balones para dosificación. En lo que a catéteres urinarios se refiere, las siliconas son el mate- rial prevalente [28]. Estas son aditivadas con diferentes compuestos antimicrobianos con el objetivo de asegurar un uso prolongado de los catéteres libres de infecciones, si bien es un problema no resuelto, observándose signos de infección en casi el 100% de los pacientes tras más de 30 días de uso continuado [29]. Los apósitos también son un amplio campo de aplicación. Comparados con los tradicionales, aquellos de base polimérica permiten una óptima protección mecánica y buenas propiedades barrera, con mínima adherencia a la herida mejorando el proceso de cura y reti- rada para el paciente [30]. Han despertado últimamente especial C C M Figura 2. Cosmética protésica impresa en 3D. Fuente: UNYQ. C CM Y M MY CM Y CYM MY CM CMMY CY MY MCY CMY CY CCMY K CMY CMKY K K