46 Ákos Dömötör, consejero delegado de OptoForce La ventaja empresarial competitiva del sentido del tacto ROBÓTICA El uso de sensores hápticos —es decir, con sentido del tacto— para robots industriales ofrece de inmediato ventajas competitivas esenciales. Gracias al extendido potencial para la automatización, aseguran una mayor e ciencia en la producción y también mejoran el rendimiento en procesos ya automatizados. A menudo ofrecen un completo paquete de software con apli- caciones industriales estándar pre-programadas que acortan y simpli can enormemente el tiempo de integración y permiten al usuario obtener de forma rápida altos rendimientos. Para una empresa de fabricación, los sensores de fuerza / par de 6 ejes ofrecen la oportunidad de seguir siendo competitivos a escala mundial y conseguir, a la vez, que las producciones de bajo volu- men sean rentables. Automatización de tareas que requieren precisión; Oportunidad para las Medianas Empresas La presión para encontrar la relación óptima precio-rendimiento aumenta y en Europa cada vez es más difícil por el aumento de los costes laborales y la escasez de técnicos cuali cados y capacitados. El nivel avanzado de automatización del proceso de producción simple que ya existe en Europa abre una oportunidad en el mercado mundial para las medianas empresas y ofrece a las marcas de manu- factura una alternativa atractiva para trasladar las instalaciones de producción a países con bajos costes. Sin embargo, para tareas que requieren de un alto nivel de preci- sión, el toque sensible de la mano humana ha sido esencial durante mucho tiempo y eso puede ser problemático cuando es exacta- mente lo que falta, es decir, personal cuali cado. Al mismo tiempo, los entornos de producción se vuelven cada vez menos estanda- rizados —a medida que las tiradas de producción se acortan— y requieren sistemas robóticos más adaptables e inteligentes. Los sensores de fuerza / par cierran esta brecha porque dan a los robots industriales el sentido del tacto. Los brazos robóticos equipados con sensores táctiles son capaces de percibir la menor resistencia o presión y eso signi- ca que los robots ya no se limitan a moverse entre los puntos pre-programados, sino que se adaptan a sus movimientos y al entorno en tiempo real. Por ejemplo, si se requiere colocar productos de tamaño estándar en una caja de cartón igualmente estándar — incluso si la caja no está bien posicionada— es su ciente pre-programar las posiciones y movimientos correspon- dientes en el robot. Pero cuando la tarea ya no es empaquetar productos estandarizados y del mismo peso sino más bien de tama-