tres años, situándonos solo por detrás de Malta e Irlanda. Una sensi- bilidad que ha sido refrendada desde el ámbito institucional tanto a nivel nacional, con la aprobación del Plan Estatal Marco de Residuos, como internacional, con la aprobación en diciembre de 2015 por parte de la Comisión Europea del Paquete de Economía Circular. La colabo- ración está siendo para ello un factor decisivo. Un ejemplo reciente: la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y el comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, acaban de rmar el Pacto por una economía circular: El compromiso de los agentes económicos y sociales 2018-2020, al que desde Ecoembes nos hemos adherido para impulsar la transición hacia una economía baja en emisiones. Un ámbito que no es nuevo para nosotros: en Ecoembes llevamos 20 años trabajando en él. ¿Cómo? Por ejemplo, mejorando año tras año la tasa de reciclaje en nuestro país, apostando por la innovación para generar tejido industrial y empleo verde, y apoyándonos en la concienciación y la colabo- ración para contribuir a que la sociedad sea cada vez más responsable. Así pues, este paradigma circular es parte de nuestro ADN. Somos conscientes de la necesidad de interiorizar la sostenibilidad como un elemento básico en nuestros modos de pensar y de hacer. Movidos por esta premisa, el pasado mayo inauguramos TheCircularLab, un proyecto pionero en Europa que busca estudiar, concebir, probar y apli- car en un entorno real las mejores prácticas en torno al envase y su posterior reciclado. Para ello, su actividad incide en todas las fases del ciclo de vida: desde su concepción, a través del ecodiseño, hasta su reintroducción en el ciclo de consumo al convertirse en nuevos produc- tos. Todo ello en un marco de estrecha colaboración entre empresas, administraciones públicas y ciudadanos, y gracias a una inversión de 10 millones de euros de aquí a 2020. Esta misión se concreta en cuatro líneas de innovación diferenciadas. La primera de ellas quiere establecer cómo será el envase del futuro, algo en lo que el ecodiseño juega un papel fundamental al posibili- tar que cada vez sean más sostenibles y que se reduzca su huella medioambiental, y es que el 80% del impacto ambiental de un envase se determina en su fase de diseño. La búsqueda y desarrollo de nuevos materiales y la introducción de materiales reciclados en los procesos de producción son, en este punto, capitales. ¿En qué se materializa este esfuerzo? Por ejemplo, en la posibilidad de que los envases de pequeño tamaño, cuyo reciclaje es complejo, sean compostables, o en que las bandejas en las que se envasa la carne y el pescado, fabricadas con diferentes plásticos no reciclables en la actualidad, se puedan reciclar en el futuro y además que el consumidor tenga información clara para diferenciar estos envases reciclables. La segunda línea de investigación de TheCircularLab se apoya en la ciencia ciudadana. Queremos implicar aún más al ciudadano en materia de reciclaje gracias al empleo de herramientas digitales que le ayuden a resolver sus dudas en esta materia e incrementar así su nivel de compromiso y concienciación. Para ello, ya estamos probando el primer 'Siri del reciclaje', una aplicación capaz de identi car a qué contenedor va cada residuo con tan solo hacerle una foto. Además, a través de aplicaciones basadas en el Big Data, estamos rede niendo nuestras campañas de educación ambiental para conocer en tiempo real la sensibilidad de la ciudadanía en esta materia. Con la intención de que el modelo de Ecoembes sea cada vez más e ciente, estamos aplicando la tecnología más avanzada a los proce- sos de recogida, selección y reciclado de envases. Es el SmartWaste, el tercer ámbito de acción de TheCircularLab, desde donde hemos creado una herramienta de gestión de información y análisis de datos para mejorar los servicios municipales de gestión de residuos urbanos. Asimismo, hemos desarrollado una plataforma que ya esta- mos probando en Logroño, con la que hemos posicionado todos los contenedores a través de reconocimiento de imágenes y aprendizaje automático y que nos permite optimizar sus rutas, adecuar la frecuen- cia de su recogida o reubicar su posición. Además, desde esta línea también estamos trabajando en el desarrollo de contenedores inte- ligentes y de vehículos de recogida más respetuosos con el entorno, entre otras innovaciones. Todos los que formamos parte de Ecoembes llevamos en nuestro inte- rior el germen de la innovación colaborativa. TheCircularLab no puede ser ajeno a esta realidad, por lo que desde aquí también fomentamos este espíritu a través del trabajo en red con nuevos emprendedores y startups que trabajen en el ámbito de la economía circular, el ecodi- seño, el reciclaje, la gestión de residuos y la ciudadanía. De hecho, estimamos que este laboratorio cree 200 puestos de trabajo a través de una red de emprendedores, que se sumarán a los 40 de trabajo in situ. En este sentido, ya contamos con 10 start-ups que están poniendo en marcha sus proyectos en este centro. Más allá de todos estos desarrollos, tras TheCircularLab se esconde la intención de sacar la innovación a la calle. Por ello, La Rioja se está convirtiendo en un gran centro de experimentación a escala real. Sus municipios ya están ayudando a investigar sobre la importancia de la gestión inteligente de los residuos dentro de las smart cities o sobre con- ceptos como el consumo responsable. El objetivo: trasladar las mejores prácticas a otras localidades, no solo de España sino también de Europa. Por otro lado, todas las líneas y proyectos de este laboratorio comparten un germen común: la misión de contribuir a un modelo de desarrollo basado en la sostenibilidad, el largo plazo, la ecología colaborativa, el consumo responsable y la economía circular. Los primeros pasos ya se han dado, y los resultados obtenidos hasta el momento rati can que vamos por la senda adecuada. El contexto nos acompaña: la cuarta revolución industrial, caracterizada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, ya está aquí. TheCircularLab es una evi- dencia de ello. En nuestra mano, conseguir trasladar este espíritu a toda la sociedad, y que esta manera de entender el mundo no sea solo una aspiración, sino una realidad compartida. • Somos conscientes de la necesidad de interiorizar la sostenibilidad como un elemento básico en nuestros modos de pensar y de hacer. >>39