La investigadora Nieves Cubo utiliza la impresión 3D para generar tejidos humanos que podrían sustituir a las prótesis metálicas LA IMPRESIÓN 3D PARA CREAR HUESO Y CARTÍLAGO Generar tejidos y órganos a medida para cada paciente usando sus células ya no es ciencia cción. Es ciencia, sin más, y lo es gracias a la bioimpresión. El uso de la impresión 3D en este ámbito ya se estu- dia y cada vez queda menos para que llegue a los hospitales y laboratorios. El futuro de una medicina personalizada está aquí. Nieves Cubo, ingeniera e investigadora, estudia la creación de tejidos humanos (huesos y cartílagos, entre otros), con impresoras 3D. Y lo hace entre la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del CSIC. Nieves Cubo trabajando con Witbox 2 de BQ. Foto: BQ. “Buscamos sustituir las prótesis metálicas o arti cia- les por algo que realmente se integre con el cuerpo. Ya no hablamos de reemplazar, sino de regenerar”. Nieves y su equipo imprimen cuadrículas de polica- prolactona (PCL) con una Hephestos 2 y una Witbox 2 de la marca BQ. Estas impresoras no utilizan sólo el extrusor de una máquina normal, que funden el PLA a más de 200 °C y lo depositan en la cama para crear el objeto en 3D, sino que a ese extrusor se le ha añadido una aguja que bombea las células de una forma controlada. Al colocar las células de hueso o cartílago en esas cuadrículas, con el tiempo las primeras invaden toda la prótesis, reprodu- ciendo y sustituyendo el material por otro natural, hueso o cartílago, en función de si son de un tipo u otro. “Lo que hacemos es aprovechar lo que hace la biología en la naturaleza, les damos a las células lo que ellas necesitan para desarrollarse”, cuenta. Hay dos vías que se están probando: la primera estudia la posi- bilidad de implantar la cuadrícula impresa en 3D con las células en la parte rota de hueso o cartílago para que éstas inicien el proceso de regeneración dentro del propio cuerpo. La polica- prolactona (biodegradable) acabaría desapareciendo y el tejido se integraría por completo. Actualmente se están haciendo ensa- yos mecánicos de los materiales para saber si esta metodología sería factible. Según Nieves, “interesa ponerlo en el cuerpo lo antes posible, pero imagina que las células degradan muy rápido el material y eso colapsa: no podrías elegir esta opción”. Por tanto, la segunda vía investiga la creación de un ecosistema favorable en el laboratorio con el objetivo de que las células sean capaces de reconstruir el tejido humano ahí. Éste se le implantaría luego al enfermo o se podría utilizar para otros nes de investigación. El resultado: una ‘protésis’ con muchas más 26<< INDUSTRIA MÉDICA