Actualmente, una demanda clara del sector es la reduc- ción de emisiones de CO2, debido a diferentes factores legislativos y socio-económicos. En este trabajo se analiza cómo afecta esta necesidad a distintos aspectos del vehículo, especialmente en el uso de nuevos materiales. El efecto más directo es que a los materiales se les exige mantener o mejo- rar las prestaciones actuales pero reduciendo la densidad. En la presentación se hace una reflexión sobre las posibles alternativas para conseguir reducciones de peso sustanciales que satisfagan los distintos objetivos que plantea el sector y llegar al fin último deseado de la reducción de emisiones de CO2. Una vez analizadas las diferentes alternativas en materiales, se comentará el interés de los materiales compuestos y algunos retos industriales asociados a su uso, como los relacionados con la fabricación y los tiempos de ciclo, o con su ensamblaje en la línea. 1. Introducción En los últimos treinta años, la automoción ha sufrido un gran cambio en aspectos medioambientales, estéticos, de confort, de seguridad y mecánicos. Lejos de los coches puramente mecá- nicos de los 70, las exigencias actuales de vehículos con gran conectividad, pocas emisiones y efectos estéticos innovadores suponen grandes retos (y oportunidades) para los materiales. Los 80 En los años 80, acabada la primera gran crisis del petróleo, aparecen grandes avances en el campo mecánico pero con una pequeña conciencia medioambiental. Así aparece el turbo- compresor, un sistema de sobrealimentación que aumentaba las prestaciones del vehículo sin aumentar el consumo espe- cífico del motor. Su auge surge de su utilización en la F1. Este empleo del compresor en los deportes de motor le dio gran popularidad, poniendo muy de moda la palabra ‘turbo’. Por último, Mercedes-Benz introdujo el primer motor turbodiésel que fue montado en el Mercedes 300SD. Es en esta década cuando también se asienta la inyección con la aparición del sistema de inyección con asistencia eléc- trica o electrónica. Hasta la época de los 80, en los motores de encendido provocado (MEP), o motores de gasolina, la mezcla aire combustible se realizaba en el carburador, que dejaría de utilizarse a finales de los 80, restringiéndose a sistemas sencillos de formación de la mezcla en motores pequeños. Los primeros pasos de la inyección electrónica son los sistemas Bosch K-Jetronic, pero el más usado en Europa en los 80 es el sistema Bosch L-Jetronic que era una inyección multipunto con caudalímetro de aire y control por sonda lambda. Automoción DETECCIÓN PRECISA PARA ALTAS EXIGENCIAS. La automatización de alta tecnología requiere una detección inteligente de objetos. Los sensores de SICK ofrecen soluciones fiables incluso para los retos más exigentes y en una gran variedad de aplicaciones. Nuestras exigencias de calidad superan los estándares del mercado y nos permiten garantizar una productividad superior de su maquinaria. Una amplia oferta de diferentes carcasas, tamaños, tecnologías y conexiones nos convierten en su partner perfecto. Eso es Sensor Intelligence. www.sick.es/precision 43