Este fallo por 'creep' puede empezar a temperatura ambiente y es el resultado del comportamiento viscoelástico de los polímeros. En el esquema podemos ver que a partir de determinados esfuerzos, las deformaciones serán permanentes. Tipos de polímeros Amorfos vs semicristalinos Dada las características morfológicas de estos polímeros, en el caso de los plásticos amorfos, existe más espacio para que el agente químico penetre que por ejemplo en los polímeros semicristalinos donde las cristalitas o empaquetamientos de moléculas reducirán esta capacidad de penetración y difusión. Por tanto, son generalmente más proclives a este tipo de ataques los plásticos amorfos que los semicristalinos. Peso molecular Cuanto mayor sea el peso molecular más resistencia al ESC tendrá el polímero. Una mayor longitud de cadena y un mayor ‘enredo’ de las mismas provoca una mayor resistencia al ESC. Environment stress craking Volviendo al ESC, para que se produzca esta reacción, debe darse la suma de los dos efectos comentados, agente químico y tensión mecánica o estrés. El agente químico por sí solo, sin la presencia de estrés, para crear una degradación molecular por sí solo, debería penetrar en la esctructura del polímero y romper los enlaces moleculares existentes creando una pérdida de propiedades irreversible. Es evidente que mientras mayor sea la capacidad de penetración del agente químico más rápido será el ataque. También es claro que, salvo que el agente químico sea realmente incompatible con el polímero, esta penetración necesitará tiempo para llegar a niveles de ataque que puedan provocar el fallo en las piezas. En el caso del ESC, es decir con la presencia de estrés, todo este proceso se acelera. Las tensiones que la estructura molecular está soportando facilitan la penetración del agente químico, su absorción y su difusión dentro de la estructura. Cuanto más rápida sea la absorción y difusión más rápida será la creación de crazes, grietas y posteriores fallos. En las zonas de tensión localizada, donde las moléculas están sometidas a tensión —estas están más separadas y orientadas por efecto de la tensión—, es aquí donde el agente químico puede penetrar en la estructura con más facilidad y generar el inicio de la grieta que posteriormente se propagará generando la rotura. El agente absorbido localmente “plastificará” el material y redu- cirá su capacidad elástica reduciendo el valor del 'yiel strenght' o esfuerzo al fallo así como su capacidad de alargamiento o 'strain at break' posible. Este estrés o tensión puede venir dado por un montaje, clipado, mecanizados, soldaduras, etc., pero también por el mismo pro- ceso de inyección. Zonas con contracciones diferenciales debidas a cambios súbitos de espesor, cantos vivos, diferencias de espesor o también mol- des muy fríos, velocidades de inyección excesivamente altas, etc. pueden dar lugar a tensiones residuales importantes en las piezas a pesar de estar éstas en reposo sin solicitaciones importantes. Con una pieza con tensiones residuales procedentes del proceso de inyección o de procesos posteriores (montajes, mecaniza- dos, etc.) y un agente químico solvente en contacto, podemos esperar que aparezca este fenómeno de ESC aunque la pieza no esté siendo sometida a ninguna solicitación de esfuerzos adicionales. Otro acelerador del proceso es la temperatura, ya que ésta facilita el efecto de absorción y difusión del agente quimico en la estructura morfológica del plástico. El proceso de ataque y aparición del ESC a temperaturas altas puede ser de horas o minutos. Roturas Hay diferentes tipos de roturas característicos de un ataque por ESC. Rotura frágil: Incluso en materiales dúctiles puede observarse una rotura frágil. La rotura suele inicarse desde la superficie hacia el interior. Múltiples microgrietas: Es otro mecanismo de rotura ante el ESC. Múltiples microgrietas que confluyen en una grieta más grande es un síntoma de ataque por ESC. Opinión 13