Entrevista ¿Qué motivos mueven a sus clientes a decantarse por un producto sostenible por el que tienen que pagar un extra? El motivo es el mismo que nos mueve a nosotros, la conciencia por el medio ambiente. Las grandes empresas que creen que su contribución a la sociedad no debe ser solo en términos de beneficios, sino que deben incorporar conceptos de economía circular, son aquellas que apuestan por mejorar la huella de carbono de sus productos, apostando por dejar después de su paso, un mundo mejor, sin dejar de atender las bondades que sus productos plásticos dejan de por sí en la sociedad. ¿Existe en el consumidor final una cultura ecológica y de comprensión de lo que hay detrás de un determinado sello o ecoetiqueta? ¿Qué busca en ellas o qué le transmite: confianza en la seguridad de los materiales, conciencia medioambiental, ...? Creemos que en el campo de la cultura ecológica queda mucho por recorrer, aparte de la comunicación de las acciones que se realizan, la formación de los consumidores con cifras objetivas sobre la valorización de los plásticos tras su uso. Estas medidas son fundamentales para comprender la verdadera apuesta por el medio ambiente sin abandonar el desarrollo, vital para el bienestar social y el desarrollo de la sociedad. Creo que hay un tipo de consumidor, cada días más numeroso, que se preocupa por las empresas que hacemos “cosas” por el medioambiente, y al que no le importa pagar un poco más por productos que tengan este carácter medioambiental. Yo particularmente busco este tipo de productos porque creo que es un elemento incentivador para todas aquellas empresas que están invirtiendo en ello, reforzando su apuesta por la sostenibilidad. Desde algunas empresas que no han llevado a cabo el esfuerzo que supone la implantación de ecoetiquetas en sus productos, ¿se juega a veces con términos relacionados con la sostenibilidad como una herramienta de marketing? ¿Puede esto llevar a una confusión del consumidor final? ¿Echan en falta en este sentido algún tipo de actuación por parte de la Administración? La sostenibilidad es una marca que vende mucho a nivel de marketing, pero si la sostenibilidad es real y bien comunicada esta marca creará entidad en la empresa y eso es lo que buscamos en Plásticos Romero. Sabemos que nues- tra apuesta hacia el medio ambiente es fuerte, ahora nos toca a los departamentos de marketing saber comunicarla. Esta comu- nicación se hace más sencilla y eficaz cuando aparte de las empresas, la administración apoya con algún tipo de actuación. Un ejemplo muy ilustrativo ocu- rre en Alemania, donde la administración realiza campañas de comunicación a favor de consumir productos con mejor carácter ambiental. Creo que en nuestro país deberíamos de involucrar a las administraciones en tal fin. En materia de sostenibilidad y dentro de su sector, ¿están la distribución y la sociedad española en general concienciadas a un nivel similar a otros países de la UE? No, desgraciadamente no. Aunque somos optimistas y creemos que se están dando pasos muy importantes. Nosotros como empresa estamos presentes en mercados del norte de Europa donde la conciencia hoy en día es superior y se hace más sencillo comunicar las bondades de un producto medioambientalmente sostenible, aunque confiamos que en España vayamos avan- zando en este aspecto. Plásticos Romero fue la primera empresa no alemana en certificarse para producir bolsas de plástico reciclado bajo la ecoetiqueta Ángel Azul, ¿cómo ha repercutido en su negocio la apuesta por distinguirse del resto de empresas mediante esta certificación? La verdad es que aquel proyecto que empezó como un reto, ha dado muchos frutos y nuestro mercado del norte de Europa se vio incrementado gracias a esta certificación. Ahora que ese mercado lo vemos maduro, nuestra apuesta es trasladar esta experiencia al mercado nacional, concienciando a nuestros clien- tes que es una buena senda para favorecer el medioambiente poniendo cada día en la sociedad productos más respetuosos con éste. • 70