Las máquinas-herramienta que fabrican moldes de gran envergadura llaman la atención también por su tamaño. Moldes conjuntamente o bien para dar salida a esos intensos picos de trabajo que suelen afrontar. Y es que si algo pudimos consta- tar durante las distintas visitas que realizamos a empresas del sector, es que las compañías portuguesas hacen frente a una gran demanda en la actualidad. “Estamos muy satisfechos con el ritmo de trabajo que tenemos. Debemos atender numerosos pedidos procedentes de todo el mundo y, si algo nos caracteriza, es que nos ajustamos a los plazos de entrega”, indicó uno de los responsables de las empresas visitadas. Es precisamente el compromiso con los plazos de entrega una de las cartas de presentación de la industria de moldes portuguesa, que también tiene impreso en su ADN ser un colaborador con el cliente. “No se trata sólo de vender un molde. Trabajamos estrechamente con el cliente desde la pri- mera hasta la última fase del proyecto. Es más, le asesoramos desde el inicio sobre la idoneidad de los materiales, de las tecno- logías más adecuadas o sobre cualquier otro aspecto que pueda encarecer o no optimizar el proceso”, aseguran varias empresas. Imagen de un molde en el proceso de electroerosión en una fábrica portuguesa.