Y los costes se multiplican. Un problema que podría haberse solucionado fácilmente durante la fase de diseño se convierte en caros re-works, plazos de entrega más largos y dolores de cabeza para toda la empresa. Si estos errores se detectan en casa del cliente, los efectos económicos de las subsanaciones pueden ser fatales para la rentabilidad de los proyectos. Y, al final, en una empresa todos van en el mismo barco, buscar departamentos culpables no sirve de nada cuando quien sufre los efectos de una mala gestión de los proyectos es toda la organización. Todo esto que hemos explicado puede sonar teórico o bonito, pero difícil de implementar en la práctica. Veamos algunos ejemplos que hemos vivido de cómo se ha implementado en distintas empresas: • Diseñar a la vez la mecánica y el control hace que se aprovisio- ne y construya tanto ambas ingenierías (mecánica y eléctrica) en paralelo, reduciendo sustancialmente el plazo de entrega. Con los métodos tradicionales, el control y los cuadros no pueden ser diseñados hasta que el departamento mecánico haya especificado como estarán ubicados pistones, sensores o motores. Otras veces, los elementos eléctricos se montan in situ sobre la máquina, con la ineficiencia y alargamiento de plazos que ello supone.