Industria Pedro Pastor, ingeniero de diseño mecánico Si su empresa sigue diseñando productos que funcionan, usted tiene un problema En la ingeniería contemporánea, el diseño para la funcionalidad ha quedado ampliamente superado en casi todos los sectores. Para seguir siendo competitivas, las empresas de diseño mecatrónico tienen que adoptar el enfoque a lo que se conoce como “ingeniería concurrente”. En un proceso tradicional de diseño de los proyectos meca- trónicos, el departamento de ingeniería realiza un diseño y lo pasa al departamento eléctrico, para diseñar el control y el software. Más adelante se envía el diseño al departamento de fabricación, para que prepare las máquinas y utillajes necesarios para construirlo. La sección de compras busca y aprovisiona los componentes. El departamento de marketing prepara, enton- ces, la información comercial para vender la máquina. Tras los pedidos, el departamento logístico envía el producto al cliente. Si hay algún problema, o para la puesta en marcha, se envía al departamento de postventa. Hasta aquí, todo normal, ¿no? Pero imaginemos ahora otra empresa que diseña proyectos mecatrónicos como, por ejemplo, maquinaria. En esta empresa, la ingeniería mecánica y el control se integran y se diseñan al mismo tiempo. Se dispone además de bibliotecas virtuales de componentes, favoreciendo los ya empleados en otras máquinas de la empresa y en stock. Durante el diseño se piensa en todo el ciclo de vida del producto. Así, no sólo se tienen en cuenta la opinión y requerimientos del departamento comercial y de marketing, sino que también se diseña pensando en cómo se van a fabricar y ensamblar los componentes. Y, más aún, se tiene en cuenta cómo los harán llegar al cliente y cómo se instalará. Por último, también se considera cómo se desechará y reciclará. Probablemente, esta segunda empresa tarde más en diseñar sus productos, pero recuperará los costes con creces. Gran parte del coste de un producto se determina durante su fase de diseño, y muchas empresas no son conscientes de ello. Algunas empresas, empujadas por sus plazos de entrega, dedican poca atención a la ingeniería de sus productos. Lo importante es “cubrir el expediente” y entregar el diseño en plazo. Y quien lo ha vivido sabe que esto es lo que los americanos llaman 'kicking the can', chutar la lata, enviar el problema a los otros departamentos. 54