tecnología 72 I+D Plásticos con acción insecticida El centro de Investigación del plástico, Aimplas, se encuentra sumergido en una búsqueda de aditivos plásticos que puedan aplicarse en situaciones totalmente novedosas, solucionando las demandas del mercado. Dentro de su proyecto Inseplatex, el instituto estudia el comportamiento y eficacia de los insecticidas junto a un material plástico. Luis Roca Blay Los plásticos son uno de las materiales más versáti- les (sino el que más) de nuestro tiempo. Esta ver- satilidad es debida a la facilidad que tienen para poder transformarse en multitud de formas, texturas y al mismo tiempo con funcionalidades extras que se derivan de su composición. Esta composición puede ser la propia del polímero y con aquello con lo que lo modifiquemos, ya sean aditivos, cargas o refuerzos. Todas estas sustan- cias impartirán unas propiedades específicas al plástico, dándole un valor añadido y haciéndolo útil para un mayor rango de aplicaciones. En este campo los aditivos son los compuestos químicos que mayores y más especiales funcionalidades pueden PLASTICOS aportar a los plásticos: ignifugación, efecto antiestático, efecto biocida, mejora del coeficiente de fricción, flexibi- lidad o resistencia al impacto podrían ser unas de las más representativas. Aimplas, como centro de investigación en plástico, está en constante búsqueda de aditivos capaces de poder dis- tinguir más aun a los plásticos y que puedan aplicarse en situaciones totalmente novedosas, solucionando deman- das del mercado. Este es el caso de los insecticidas. Los insecticidas no son compuestos químicos apropiados para su uso en plásticos y esto se debe a dos razones principales: Su baja compatibilidad química y limitada es- tabilidad térmica, ambos aspectos conllevan una mala o muy complicada incorporación en fundido y/o la destruc- ción de las moléculas de insecticida lo que hace que no pueda conferir su funcionalidad al plástico. Las dos formas de incorporar un insecticida a un material plástico son: incorporación en fundido e impregnación. En el primer caso el plástico se funde en una extrusora y se añade el insecticida, tratando de dispersarlo lo mejor posible evitando las evaporaciones o degradaciones, as- pecto este muy complicado pues las temperaturas de ebullición de los insecticidas más comunes están alrede- dor de los 200 °C, temperatura a la que los plásticos se suelen transformar. En la impregnación, una vez obtenido el articulo final ya sea una pieza, un film, fibras etc.se pasa por baños o se pulveriza con el insecticida con algún tipo de disolvente que tras curar lo fijará a la superficie. La principal ventaja del recubrimiento es la no degrada- ción de los insecticidas, pero por otra parte tiene ciertas desventajas: • Equipamiento y logística: Mayor número de equipos y mayor complejidad. • Número de Procesos: se requieren etapas de acabado, incrementando los costes. • No hay liberación controlada. • Los agentes externos como la humedad, el calor, la ra- diación UV o el rozamiento pueden reducir su efectivi- dad notablemente. Aimplas, consciente de esta problemática, logró solucio- nar este problema en el proyecto Inseplatex. En este pro- yecto se escogió un insecticida muy común, la permetrina y se realizó un concentrado donde la perme- UNIVERSALES