ENTREVISTA Recientemente, los representantes de este proyecto se reunieron en Irlanda para poner sobre la mesa los objetivos alcanzados. ¿Qué conclusión alcanzó Andal- tec? ¿En qué momento se encuentra el proyecto? Actualmente nos encontramos justo en el ecuador del pro- yecto de tres años de duración. La marcha del proyecto está siendo bastante satisfactoria y se continúa avanzando de forma muy activa y comprometida. Ya disponemos de una batería de compuestos activos que han sido añadidos al bioplástico y se está estudiando su compatibilidad y fun- cionalidad en determinadas condiciones. Por otro lado exis- ten también varios diseños de sensores y software que serán utilizados para la comunicación con el consumidor. Nuestra impresión por tanto es muy positiva. La reunión celebrada el pasado mes de junio en la ciudad de Athlone contó con la asistencia de una representante de la Comi- sión Europea Catherine Eccles y del Ministro de Estado Ir- landés para pequeños negocios John Perry. Entendemos que uno de los principales objetivos es su comercialización industrial. ¿A qué 'target' está des- tinado este producto? La rentabilización de esta investigación es lógicamente un objetivo fundamental. El proyecto terminará con un proto- tipo no comercializable pero que demuestre su producción industrial. En las últimas fases del proyecto se realizará un estudio de aceptación por el consumidor que nos aportará una información muy valiosa. Cualquier tipo de consumidor puede estar interesado en este tipo de producto. Resulta evidente que este tipo de desarrollos buscan a un consumidor que quiera tener un acceso rápido a productos frescos envasados y mínimamente procesados, como la fruta pelada lista para comer, se trata de un consumidor concienciado con los problemas ambientales y por su salud. Se trata de una tecnología inteligente y de un produc- to final sostenible. ¿Qué lo hace sostenible? El producto es potencialmente sostenible porque los ma- teriales que lo integran provienen en su inmensa mayoría de materiales renovables, incluso de residuos orgánicos que antes eran desechados. Estamos desvinculándonos en la medida de lo posible de materiales no renovables. Así, siempre que se haga un uso racional de los recursos y no se sobreexploten se podrá llegar a tener una producción sostenible de este tipo de envases, algo inalcanzable si el plástico proviniera de recursos no renovables como el pe- tróleo. I