Pavimentos y revestimientos 94

El uso de madera maciza en pavimentos Opinión E En estos momentos predomina en el mercado la tendencia de ir hacia productos menos naturales que la madera auténtica, con un menor mantenimiento y llamémosles «más artificiales». Eso no ocurre solo en el sector de los pavimentos y también lo vemos a menudo en sectores como los materiales de construcción, la jardinería e incluso en el sector de la alimentación, por citar algunos ejemplos. ¿Se trata de una tendencia puntual o bien es propia de la evolución general hacia los materiales plásticos? Hoy en día, si nos fijamos a nuestro alrededor, estamos rodeados de materiales de PVC (e incluso cuando abrimos nuestra nevera el 99% de los alimentos van envueltos en este material o derivado). Solo el gusto o la moda por lo natural, lo rústico o lo vintage hace que permanezcan productos de madera a nuestro entorno. La realidad es que en nuestro sector hemos visto como los pavimentos de madera sufren la dura competencia del PVC o el MDF, pero debemos analizar cuál es la principal causa de esta situación y, cuando menos, desmontar los falsos mitos. El argumento de la durabilidad: A menudo se vende un producto que no es de madera con el argumento de que tiene una mayor durabilidad. Pero no se menciona que la madera (pese a requerir un mantenimiento al tratarse de un producto natural) es un material resistente. Y que gracias a sus propiedades térmicas nos aporta ahorro energético por su capacidad de aislamiento frente al frío y el calor. A ello hay que sumar sus propiedades acústicas y su sonoridad. Estos factores, sin duda, contribuyen poderosamente a crear una mayor calidez en el hogar. El argumento ecológico: El hecho de evitar la tala de árboles a cambio de elaborar productos compuestos por PVC no significa que el producto vinílico sea ecológico, pues su fabricación mayoritariamente en países asiáticos es una prueba evidente de que su proceso productivo genera una alta emisión de gases tóxicos no permitidos en su mayor parte en la Unión Europea. En cambio, la madera es un material 100% renovable, y gracias a la legislación vigente en la Unión Europea procede siempre de bosques con una gestión forestal sostenible, lo que evita la comercialización de cualquier madera procedente de una tala ilegal. ¿Dónde está el problema entonces? ¿Existe falta de información? ¿O bien un exceso de comodidad por parte del profesional? Ambas cosas, diríamos. Parece evidente que en nuestro país el cliente final carece de una «cultura de la madera» como la que existe en otros países, en los que un nudo o un cambio de color es algo normal ya que no hay dos árboles iguales. En cambio en productos cerámicos, vinílicos o laminados vemos que intentan imitar el nudo, la albura o defecto para asemejarse a la madera, algo que no se permitiría en un suelo macizo auténtico. Ante esta situación, muchas veces el profesional va por el camino fácil evitando tener que explicar o hacer entender al cliente las ventajas que le reporta adquirir un producto natural, porque al fin y al cabo su beneficio económico como vendedor será el mismo. Pero esa actitud poco a poco hace mermar la profesionalidad y, en el peor de los casos, transforma su negocio en una tienda o taller más estandarizado y, en consecuencia, expuesto a la competencia de las grandes superficies. Como ejemplo de estandarización, algo similar sucedió hace quince años con la incorporación de los pavimentos laminados AC3 y AC4 por los profesionales del parquet, evitando así la madera maciza y el tener que acuchillar y barnizar a posteriori, con lo que ganaban tiempo y comodidad en la instalación. Pero hoy en día esa modalidad de suelos la venden las grandes superficies y provoca que muchos particulares dejen de lado al profesional ya que se la pueden instalar ellos mismos. ¿Quiere decir eso que la madera es mejor o peor que otro tipo de pavimento? Por supuesto que no. El saber qué tipo de suelo usar para cada instalación forma parte de la experiencia y garantía del profesional. El número de talleres que van cerrando por causas como la crisis económica o la jubilación del titular también es un factor importante que explica la actual situación, ya que su relevo generacional al frente del negocio muchas veces opta por evitar la manipulación y adaptarse al producto «hecho» y que no es natural. De esa manera, ya no pueden emplear el argumento de la calidad o de la exclusividad. Entonces se convierten en puros competidores comerciales que ofrecen el mismo producto, utilizando el precio casi como el único argumento, de manera que al final se llevará la operación quién dé el presupuesto más bajo, contribuyendo así a la precarización del sector. Alejandro Bermejo Gerente de V. Molduras Alto Turia 68 - PAVIMENTOS

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