Pavimentos y Revestimientos 104

  Terrazas, balcones, patios, terrados, jardines, miradores, solariums… En esta época que nos ha tocado vivir recientemente, confinados durante largas semanas, hemos necesitado estos espacios para tomar el aire. Y es que lejos de ser la zona exterior de la vivienda forman parte de ella más que nunca, ya que sus confines fueron los límites de la movilidad de sus residentes. En la temporada estival, y ante el posible uso que se está haciendo o se va a hacer de los espacios exteriores, arranca la demanda de los pavimentos de exterior más fuerte que otros años. Han proliferado en los últimos tiempos nuevos formatos y materiales. El bambú va extendiendo su comercialización con diferentes distribuidores nacionales, y las maderas termotratadas abarcan una porción del mercado antes copado con maderas tropicales, algunas con escasez en origen. Los actuales tratamientos para el mantenimiento permiten una mayor personalización de la tarima de exterior a la vez que mejoran sus intervalos de recuperación. Por otro lado, las tarimas tecnológicas (fabricadas con sólo una parte de su composición en madera junto a otros componentes como polímeros y colorantes) han proliferado estos últimos años. Algunas de ellas buscan la estética de la madera y otras tienen su acabado personal sin ánimo de imitar a otros pavimentos. La evolución estética aquí tiene un dinamismo impresionante sólo condicionado por el precio de algunos modelos que  pueden escaparse de algunos presupuestos. La prestación principal requerida para estos pavimentos, por el Código Técnico de la Edificación – CTE en su Documento Básico Seguridad de Utilización, es su resbaladicidad. Se establecen cuatro clases (0,1, 2 y 3) y los pavimentos de exterior han de tener la clasificación más alta pues son susceptibles de mojarse y provocar caídas. Algunas soluciones para conseguir esta clase de uso es ranurar o dar relieve a las tarimas. Sobre todo en las tarimas tecnológicas que ahora vienen encapsuladas y que son más deslizantes pero que, a cambio, consiguen una menor penetración de los líquidos y se mantienen más limpias. La casi totalidad de estas tarimas (de madera, bambú, tecnológicas...) tienen sistemas de drenaje que permiten que el agua fluya y desagüe. Es importante el sistema de fijación y rastrelado para permitir su aireación inferior y la no obstaculización del paso del agua. Es conveniente crear registros para limpiar los desagües. Por otra parte, se extiende el uso de las tarimas de exterior al forrado de fachadas, vallados y creación de mobiliario exterior como jardineras, bancos, etc. Es un mercado, sin duda, con mucho futuro y que permite homogeneizar diferentes elementos de la terraza. Una clara ventaja de estas tarimas (de madera, bambú, tecnológicas...) respecto otros materiales o pavimentos es que una vez   instaladas tenemos suelos horizontales sin perjudicar la evacuación del agua. Esto permite una mayor habitabilidad a la hora de amueblar la terraza. Las tarimas tecnológicas con mayor proporción de polímeros son más resistentes al agua y las manchas, pero como contrapartida se calientan más que las de madera, sobretodo si son de colores oscuros. Y al ser los polímeros un material aislante en ocasiones, especialmente con clima seco, no desalojan la corriente estática que generan las personas al caminar o por la fricción con otros materiales. Esto da lugar, en ocasiones, a reclamaciones que -al no estar regulada esta incidencia en la construcción exterior- no llegan normalmente muy lejos, pero ocasionan perjuicios que esperamos que se solucionen pronto con la rápida evolución de estas tarimas y/o de sus productos de mantenimiento. Las tarimas de madera tampoco están exentas de reclamaciones. La oxidación natural de la madera que la vuelve de color gris no siempre es aceptada aunque se trata de un fenómeno natural que no afecta a su calidad directamente. Las lamas que se pueden retorcer o incluso romper por los cambios climáticos también están contemplado en la norma UNE 56823 de entarimados de exterior, que establece que en el mantenimiento anual es aceptable cambiar hasta un 5% de las piezas más afectadas por el clima. Y es que, en un clima como el nuestro, cabe entender el comportamiento y las características de los materiales, además de contar con un montaje profesional que reducirá drásticamente cualquier posible incidencia que pueda surgir con el tiempo. De esta forma podremos seguir «recluidos» en nuestras terrazas, pero ahora por propia voluntad, disfrutando del exterior en el interior de nuestras viviendas, si se me permite la expresión. Ángel Nevado Perito de la Federación Española de Pavimentos de Madera – FEPM y de la Associació Catalana d’Industrials del Parquet – ACIP   

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